Amnistía

La "número dos" de García Ortiz corrige a la mayoría de los fiscales del Supremo y no ve indicios contra Puigdemont

La teniente fiscal del alto tribunal califica de "conjeturas" y "sospechas" los argumentos de García Castellón y pide que la causa de Tsunami se devuelva a la Audiencia

La Fiscalía del Tribunal Supremo (TS) no ve indicios contra Carles Puigdemont para investigarle por terrorismo en la causa de Tsunami Democràtic. La posición definitiva de la Fiscalía del alto tribunal la ha fijado la teniente fiscal del Supremo, María Ángeles Sánchez Conde, en contra del criterio mayoritario de la Junta de Fiscales del TS, donde once de sus 15 integrantes consideran atribuyen al expresidente de la Generalitat el "liderazgo absoluto" de la plataforma protagonista de los "actos violentos" en protesta por la sentencia del "procés" en el otoño de 2019.

Para la teniente fiscal no existen indicios que permitan afirmar que el líder independentista "participase en la fundación o planificación de las acciones de Tsunami Democràtic", una conclusión de García Castellón que tilda de "conjeturas carentes de base fáctica".

En su informe, la "número dos" de la Fiscalía, cargo de confianza del fiscal general, Álvaro García Ortiz, propugna el archivo de la causa y su devolución a la Audiencia Nacional para que el juez Manuel García Castellón finalice la investigación, al no apreciar indicios suficientes de criminalidad respecto a Puigdemont y el diputado de ERC Rubén Wagensberg, huido a Suiza tras su imputación en el "caso Tsunami". Según su criterio, el líder de Junts "no lideraba ni era integrante de la supuesta organización Tsunami Democràtic".

Ahora, será la Sala de Admisión del Tribunal Supremo, presidida por Manuel Marchena, la que decida si se abren diligencias, en contra del criterio de la Fiscalía, para investigar al líder independentista por sus supuestos vínculos con Tsunami.

Sánchez Conde -que ha fijado la posición definitiva de la Fiscalía al respecto ante las discrepancias entre los dos fiscales jefe de la Junta- deja claro que no puede cuestionarse "que se produjeron gravísimos incidentes con enfrentamientos con la Policía de importante gravedad", por lo que "la naturaleza delictiva de las acciones ejecutadas bajo el paraguas o cobertura de Tsunami Democràtic no puede ser puesta en duda". Pero precisa que no se imputa a los investigados, aforados o no, "la participación directa" en esos hechos, sino "haber formado parte" de la plataforma independentista, en el caso de Puigdemont en el vértice de la organización.

La investigación no es "suficiente"

La teniente fiscal reprocha a García Castellón que la exposición razonada -el escrito remitido al Supremo con la relación de indicios para imputar a Puigdemont- "no ha venido precedida de una investigación suficiente" que acredite que Tsunami Democràtic era una "organización estructurada, jerarquizada y con vocación de permanencia, dirigida por varias personas con roles diversos" cuyo objetivo era subvertir el orden constitucional, tal y como mantiene el instructor y la mayoría de los fiscales de la Junta de Fiscales del alto tribunal.

Se desconoce, afirma, "su estructura, sus integrantes, la jerarquía o línea de mando existente, el reparto de funciones", lo que "imposibilita o cuanto menos dificulta individualizar los hechos atribuidos a cada uno de los investigados".

En cuanto a Puigdemont, argumenta que el hecho de que su jefe de gabinete, Josep Lluís Alay, asegurase en un chat intervenido que había que informarle del lanzamiento de la plataforma "puede ser interpretado, con naturalidad, como relevante indicador de la ajenidad del mismo en la constitución de Tsunami y la campaña que la misma iba a realizar, por cuanto, de haber participado en su constitución, no habría necesidad de hacerle llegar información al respecto". Al contrario, deduce que el líder independentista "no lideraba ni era integrante de la supuesta organización Tsunami Democràtic".

Esa captura de pantalla, dice, demuestra que "no participó en la elección de los líderes de la organización" ni "en la concreción de las acciones a ejecutar" ni en la elección del nombre de la plataforma.

Desvincula a Puigdemont de "grupo de coordinación"

Sánchez Conde afirma que el "grupo de coordinación" y los miembros de Tsunami Democràtic "eran distintos" a los participantes -entre ellos el propio Puigdemont- en las reuniones celebradas en Ginebra los días 30 y 31 de marzo de 2019, en las que García Castellón fija la planificación del lanzamiento de la plataforma independentista.

Según su criterio, lo que permiten atisbar las conversaciones de chat intervenidas es que a pocos días de la aparición pública de la plataforma, los líderes de Tsunami Democràtic "trataban de recabar el apoyo público" de Carles Puigdemont y de otros líderes independentistas en las redes sociales.

Y en relación a esas reuniones en Ginebra, la teniente fiscal afirma que arrojan "poca luz" sobre el supuesto liderazgo de Puigdemont pues en las mismas "participaron multitud de personas pertenecientes a partidos o movimientos sociales independentistas" (entre ellas el entonces presidente de la Generalitat Quim Torra o el líder de Eh Bildu Arnaldo Otegi), "sin que el magistrado instructor infiera la implicación de todas ellas en Tsunami".

La "número dos" de la Fiscalía ve "significativo" que el empresario Josep Campmajó, también imputado, reconozca en una conversación con el expresident que las actuaciones que Tsunami está llevando a cabo "no favorecen" a Puigdemont, en la medida en que las imágenes de los altercados "no ayudan a su petición de extradición". En consecuencia, afirma, "es poco verosímil pensar que el propio Caries Puigdemont liderara esas acciones".

Para la teniente fiscal es "sorprendente" que a alguien "que se expresa temeroso de los disturbios acaecidos en Cataluña en octubre de 2019 y se manifiesta en contra de un eventual fallecimiento" -Puigdemont asegura en esa conversación con Campmajó que "el problema puede venir si hay algún muerto" en las protestas de Tsunami- "se le pueda atribuir penalmente el mismo" (en referencia al fallecimiento de un ciudadano francés que sufrió un infarto durante el asalto de Tsunami al aeropuerto del Prat).