El desafío independentista

«Operación caza» a Puigdemont

Guardia Civil y Policía refuerzan la vigilancia para que el ex president no se «cuele» en el Parlament. El día de la investidura tiene un acto en Lovaina

Controles en la frontera de la Jonquera en Gerona para detener a Puigdemont si intenta entrar en España
Controles en la frontera de la Jonquera en Gerona para detener a Puigdemont si intenta entrar en Españalarazon

Guardia Civil y Policía refuerzan la vigilancia para que el ex president no se «cuele» en el Parlament. El día de la investidura tiene un acto en Lovaina.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado refuerzan este fin de semana los controles fronterizos con el fin de evitar, caso de que logre abandonar Bélgica, la entrada clandestina en España de Carles Puigdemont .

Tanto Policía como Guardia Civil han recibido instrucciones de estar especialmente atentos a cualquier hecho sospechoso que pueda encubrir el intento de traspasar las fronteras por parte del ex president de la Generalitat.

Los controles se realizan tanto en las fronteras terrestres como en las marítimas y aéreas.

Las zonas a cubrir son muchas y extensas por lo que, según fuentes de las Fuerzas de Seguridad, lo importante en este asunto es contar con información previa, aunque no sea con todos los detalles, de las posibles rutas que pudiera seguir Puigdemont si es que logra superar el control del que es objeto en Bélgica.

Lo que se da como seguro es que si emprende el viaje hacia España, Puigdemont y los que le apoyan habrán previsto un dispositivo compuesto por varias personas que tendrían, entre otras misiones, las de tratar de confundir o despistar a los encargados de evitar ese desplazamiento.

Por las noticias de que se dispone, la presencia en el Parlament el día de la investidura se ha convertido en una obsesión para Puigdemont y por ello no va a renunciar a poner en marcha cualquier posibilidad.

A este respecto, se cree que habrá estudiado varios planes y que lo habrá hecho con un círculo muy íntimo de colaboradores para evitar filtraciones.

La situación política de Puigdemont –alojado, según se supo ayer, en la suite presidencial del hotel Husa President Park de Bruselas–no es la mejor de su vida porque es conocedor que buena parte de las fuerzas separatistas le ven a hora más como un problema que como una solución. Por ello, una entrada clandestina en España supondría para él un cierto éxito.

Las fuentes que consultó este periódico creen que si intenta llegar hasta nuestro país, la última frontera que escogería sería la de Cataluña con Francia por tierra, y que optaría por otras, que además ofrecen ciertas posibilidades, como las de Aragón y Navarra. Una alternativa que no se puede excluir es la de Andorra.

Lo importante es que no logre superar el dispositivo de control a que está sometido en Bélgica. Si todo marcha bien, los planes de Puigdemont se convierte en poco menos que irrealizables.

Por lo que respecta a los medios económicos, al igual que lo que ha ocurrido hasta ahora, no parece que el ex president tenga problemas para montar el viaje, cuyo coste se desconoce pero que no será barato. No se trata de un desplazamiento normal y es probable que haya que implicar a personas ajenas al separatismo a las que habrá que pagar importantes cantidades de dinero.

¿Verdad o despiste?

¿Realidad o maniobra de despiste? El partido nacionalista N-VA en Lovaina anunció ayer que Puigdemont participará el martes, el mismo día en el que tendrá lugar el pleno de investidura en el Parlament, en un acto de esta formación belga. Incluso, aseguran que su presencia está confirmada. El mitin comenzará a las 20.00 horas y la intervención del expresidente de la Generalitat está prevista a las 20.15 horas. Sin embargo, la formación nacionalista flamenca ha decidido otorgar acreditaciones para el acto únicamente a la prensa belga. Según consta en el programa del evento, Puigdemont hará un discurso de 15 minutos sobre su etapa como alcalde de Gerona, que la N-VA describe como «una ciudad estudiantil con 100.000 habitantes que (Puigdemont) liberó en 2011 de los 32 años de gobierno socialista». Centrará por lo tanto su intervención en la «conquista» de Gerona.