Tensión

Operación derribo de Podemos a Sumar: los morados se desvinculan del acuerdo de coalición

Los morados pasan de asegurar que estaban "informados" de las negociaciones a acusar a Díaz de "mentir" cuando asegura que conocen desde el "minuto uno" el acuerdo

Podemos ha pasado de conocer el acuerdo de coalición y asegurar incluso que estaban "informados" de las negociaciones entre PSOE y Sumar a afirmar todo lo contrario una vez rubricado el pacto de Gobierno. Los morados pasan al ataque con la vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, y recrudecen sus tensas relaciones a causa del pacto del 23J en el que vetaron a su principal activo político, Irene Montero.

El partido morado inicia la operación de derribo contra Sumar y no se reconoce en el acuerdo pactado este martes por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. La estrategia pasa ahora por desvincularse totalmente del acuerdo y denunciar, incluso, que lo desconocían. La propia ministra de Igualdad lo reconocía el mismo día de la firma del acuerdo. Aseguraba ante los medios que "no tenía información del detalle del acuerdo" y evitaba así valorarlo. Un día antes, el portavoz del Podemos, Pablo Fernández, aseguraba conocer el acuerdo y las negociaciones que se habían dado. “Conocemos los términos de la negociación”, aseguró en rueda de prensa el lunes, tachando de "insuficiente" el acuerdo.

Una denuncia que ha tratado de ser desmontada por parte de Sumar desde el primer momento. El negociador de Díaz, el también se secretario de Estado de Derechos Sociales y miembro de la Ejecutiva de Podemos, Nacho Álvarez, reconocía la misma noche de la firma del acuerdo, que Podemos y el resto de partidos habían estado informados de los avances. "Ayer mismo tuve conversaciones con las distintas organizaciones para contarles cómo estaba avanzando la negociación. Es verdad que por prudencia un acuerdo de estas características tampoco se puede divulgar a los cuatro vientos y a todo el mundo, pero yo he mantenido contactos. No solo yo, sino otras personas que han formado parte de la negociación con los partidos de la coalición", aseguró en una entrevista en el canal 24 horas. De hecho, el propio Nacho Álvarez tuvo una reunión con los diputados de Sumar en el Congreso de los Diputados hace dos semanas en los que les informó -en ese momento- de que el pacto encallaba en materia social, según relatan fuentes de la coalición.

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, negó también desde Bruselas la acusación de los morados. "Han estado desde el minuto uno" en la negociación, aseguró. "No sólo forman parte de las decisiones, sino que conocen el alcance del mismo",zanjó. Unas declaraciones que fueron desmentidas al minuto por el exportavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, que acusó a la vicepresidenta de "mentir". " "Vuelve la vieja política, vuelve la mentira", ha lanzado a través de un mensaje en la red social 'X'.

En el partido morado critican desde el primer momento la falta de "concreción" en el acuerdo de coalición. Si bien, las diputadas de Podemos que participan en Sumar no han expresado todavía su posición sobre el acuerdo, la opinión del partido si puede conocerse a través de Diario Red, el medio del exlider Pablo Iglesias. " El acuerdo firmado ayer no es otra cosa que la victoria aplastante del actual presidente en funciones sobre el espacio situado normalmente a su izquierda", entre otras críticas. Iglesias también ha aprovechado para reivindicar la "autonomía política" de los cinco diputados de Podemos en el Congreso de los Diputados y ha dejado negro sobre blanco la línea de actuación:Si hay una ley de PSOE y Sumar que no compartan no la avalarán, dijo en una entrevista ayer.

Muchos excargos morados también apostaron por pasar a comparar el acuerdo de 2019 logrado por Pablo Iglesias en 2019 y el de Díaz en 2023 para criticarlo por su "falta de ambición". Estrategia que fue censurada por el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, que afeó a los morados sus críticas. "Me preocupa que tantos movimientos estén expresando críticas al acuerdo. Aún más que Podemos no esté en algo que debiera ser una fiesta de toda la izquierda. Algo va mal", lamentó.

Otros actores de la coalición también cargaron contra el acuerdo, como desde Alianza Verde, partido ecologista de la coalición que, sin embargo, se quedó sin representación parlamentaria. Para el partido de Juantxo Uralde, las medidas ambientales son "poco concretas" y se trata de "declaraciones de intenciones. La portavoz de Sumar en campaña electoral, Alejandra Jacinto, también criticó en redes sociales que en materia de vivienda "aparecen compromisos genéricos y poco ambiciosos".

Críticas de las que trata de blindarse Sumar, que si bien su líder reconoció desde Bruselas que le hubiese gustado ser "más ambiciosa", fuentes de la negociación explican que es "más ambicioso" que el primero, el de 2019. Además, se blindan de las críticas de los partidos desvelando que el PSOE ofrecía en verano un acuerdo "vago" y "genérico" con un documento de "tres o cuatro páginas". En Sumar reconocen que el acuerdo puede no ser cumplido al 100 por cien, pero que es la hoja de ruta clara de la coalición para la próxima legislatura. Además, explican estas fuentes que un acuerdo explícito "evita futuros conflictos". En el partido de Díaz consideran que "lo que está escrito está labrado en mármol", pero, al mismo tiempo "sujeto a una negociación conjunta", ante la actualidad política y necesidades. Además, defienden que los socialistas buscaban un acuerdo menos estructurado y definido, con el objetivo de no "echar atrás" a actores hoy imprescindibles para que la investidura salga adelante, como Junts o el PNV. Es decir, un acuerdo de izquierdas pero que no puedan rechazar firmar estas opciones políticas más conservadoras.

La negociación para oficializar el acuerdo entre PSOE y Sumar
se ha dilatado durante varias semanas, desde las pasadas elecciones generales, exactamente. La mesa negociadora avanzó, como suele ocurrir en todo pacto, en las últimas semanas, donde los equipos de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se ataron al papel y al boli para salvar los escollos que a principios de semana parecían hacer inviable llegar a un acuerdo inmediato. El choque frontal sobrevolaba sobre una medida concretamente, la reducción de la jornada laboral, que llegó a última hora, bajo la bocina, del lunes. De madrugada, el equipo encabezado por el secretario de Estado de Derechos Sociales y miembro de la Ejecutiva de Podemos, Nacho Álvarez, arrancaba al PSOE la cifra y el compromiso temporal: 37,5 horas semanales de jornada laboral de manera progresiva, en dos años.

A cambio de la reducción de la jornada laboral, la vicepresidenta cede en la herencia universal a los jóvenes que cumplan 18 años, a topar el precio de los alquileres o la cesta de la compra, según reconocen fuentes de la negociación, que aun así tildan el acuerdo de «muy ambicioso», más que el de 2019 firmado con Unidas Podemos. Todas estas son grandes promesas de Yolanda Díaz en su primera campaña electoral nacional como candidata a presidenta y que si bien, han sido luchadas en la mesa de negociación con el PSOE, el equipo negociador de Sumar no ha conseguido arrancar a sus socios. Se reconoce que hay batallas que han sido más difíciles de dar y que incluso, renunciar, para conseguir otros hitos más importantes, como el de la reducción de la jornada laboral, entre otros.