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El líder del PSOE acusa a Rajoy de ser el «Red Bull» de los independentistas

Pedro Sánchez degusta anchoas con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla
Pedro Sánchez degusta anchoas con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revillalarazon

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, no se achanta ante el cisma interno que ha generado su decisión de prestar senadores a los independentistas y prefiere poner el foco en Mariano Rajoy cuando le preguntan por su cesión de votos a los rupturistas. «El candidato favorito de los independentistas para seguir en La Moncloa es Mariano Rajoy», señaló, tras incidir en que, con un gobierno del PP con mayoría absoluta, «un 48% de los catalanes haya abrazado el independentismo, como ocurrió el pasado 27-S», día de las elecciones catalanas.

El líder socialista cargó con dureza contra el presidente del Gobierno en funciones, después de que éste calificara de «fraude de ley» su cesión a los secesionistas, y declinó recibir «lecciones de patriotismo de la derecha que confunde patria con patrimonio» y que se ha convertido en una fábrica de soberanistas. «Mariano Rajoy es el ‘‘Red Bull’’ de los independentistas, porque les da alas», criticó en un claro guiño al eslogan de la marca de bebidas energéticas.

Sánchez afirmó, tras reunirse con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que «ya es hora de cambiar el paso y tender puentes para resolver uno de los principales problemas que tiene» España, y lo hizo en respuesta a la pregunta sobre las críticas de algunos barones de su partido a la cesión de cuatro senadores socialistas a Democracia y Libertad y a ERC. Revilla, en una intervención previa, salió en defensa del líder socialista por las críticas que está recibiendo en los últimos días desde dentro y fuera de su partido.

El líder socialista, que reconoció «sentirse bien y fuerte» ante las presiones que está sufriendo, reivindicó la responsabilidad de su partido de emprender la búsqueda de apoyos para configurar un gobierno. «Si el PP fracasa, el PSOE estará en la obligación de construir un gobierno progresista y reformista en nuestro país», destacó. El secretario general del partido garantizó, además, que «el PSOE no va a renunciar a ser el arquitecto de este nuevo tiempo político y actuará al dictado de nuestros valores al servicio del cambio, del progreso y del interés general».

Sánchez apeló, una vez más, al diálogo y reiteró que no es momento para «líneas rojas ni atalayas». «Nuestro único frente es el paro, la desigualdad y la corrupción, nosotros vamos a construir convivencia», destacó. Durante una comida-mitin con militantes socialistas en Santander, Sánchez recordó que «ha habido intereses que han tratado de apartar al PSOE como alternativa al gobierno del PP», una tesis en la que incluye a sus adversarios políticos e, incluso, a los poderes económicos. «Frente a otros, que han empezado a trazar líneas rojas, hablar desde atalayas y hacer cordones sanitarios, nosotros vamos a tejer lazos, construir puentes donde no existen y concitar grandes consensos para abordar las transformaciones que necesita nuestro país».

El secretario general socialista reivindicó que su partido es sinónimo de «diálogo y de cambio» porque tiene las ideas claras ante la situación catalana. «Al inmovilismo» del PP y al «rupturismo» de los independentistas, «el PSOE responde con reformismo» de su apuesta federal para Cataluña. Sánchez también tuvo un recuerdo para Podemos y su apuesta por el derecho a decidir: «Los socialistas queremos decidir, pero no unos por todos, sino todos. Derecho a decidir, sí, los socialistas no nos negamos votar, pero queremos que voten todos los españoles. Queremos que se vote por un acuerdo y no una fractura, como proponen los que defienden el derecho a decidir».