Coalición

Podemos quiere que Díaz se posicione en la crisis con el PSOE

Lamenta su «falta de apoyo» y la vicepresidenta pide a los dos partidos silencio porque solo «beneficia al PP»

La crisis abierta en el Gobierno de coalición a causa de cómoreformar la ley del «solo sí es sí», se vive ya como una batalla política dentro de la cuota morada del Gobierno. En Podemos, se analiza que se está asistiendo a una discrepancia política de fondo, más allá de tener un debate técnico y que, en esta situación, el ala socialista del Gobierno busca marcar las diferencias entre uno y otro partido de cara a las elecciones.

En la sede morada se empieza a asumir que se encuentran solos en su defensa sobre la ley –no así en el Congreso donde notan el respaldo de los aliados–. Si bien, de puertas para fuera se intenta trasladar un mensaje de unidad de todo el espacio de Unidas Podemos respecto a la necesidad de preservar el consentimiento en el centro de la norma, dentro del partido se critica ya la «falta de apoyo en público» a los postulados morados en esta guerra con el PSOE. Y se señala hacia la vicepresidenta Yolanda Díaz y líder de Unidas Podemos en el Gobierno, que, hasta ahora, ha tratado de mantener un equilibrio entre PSOE y Podemos, pero sin posicionarse. No es la única, ni el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ni el de Universidades, Joan Subirats, –los dos del ala morada– han salido a defender la postura de Podemos respecto a la proposición de ley del PSOE para corregir la norma.

Dentro el partido minoritario se tira de hemeroteca para justificar estos argumentos. Y se lamenta que no es la única cuestión en la que han echado en falta el apoyo de la vicepresidenta, como en su «no» a enviar más material armamentístico a Ucrania, por ejemplo. Hasta ahora, la postura que la vicepresidenta ha adoptado es–desde que comenzaron a conocerse la cascada de revisiones de penas a agresores– la de la prudencia. En el mes de noviembre, de hecho, apostó por un perfil discreto, evitando así apoyar en público a la ministra de Igualdad, Irene Montero. Fue entonces cuando el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, la acusó de «miserable, cobarde y estúpido» por no hacerlo.

La semana pasada –antes de conocer la reforma de la ley– la vicepresidenta sí apoyó públicamente a la ministra Irene Montero. Ahora, tras conocer la proposición de Ley registrada por el PSOE –sin el consenso con Unidas Podemos–, la vicepresidenta ha tratado de mantener una labor de coordinación entre los ministerios competentes para favorecer un acuerdo para reformar la ley. En el partido reconocen que creen que la vicepresidenta sí defiende los postulados del partido entorno a la necesidad de proteger el consentimiento. Sin embargo, aseguran las fuentes consultadas de Podemos por este periódico, en público la vicepresidenta «evita dar esta opinión que transmite en privado» y opta «por no marcar un perfil claro».

Y es que Díaz optó este martes en el Senado por ponerse de perfil y esquivó las palabras de apoyo a la postura de Podemos, el espacio político que lidera en el Gobierno. La vicepresidenta intentó mantener una postura conciliadora con el objetivo de llegar a un acuerdo para reformar la ley y, preguntada por el asunto, ni respaldó la ley del PSOE, pero tampoco apoyó a los morados en sus críticas contra Justicia. La ministra de Trabajo se limitó a pedir a ambas pares que se «reencontrasen» y solicitó para volver al acuerdo «serenidad». Como en otras ocasiones, ante la ebullición constante en la coalición, la vicepresidenta garantizó que cuidaría la coalición.

No solo en privado se le pide a la vicepresidenta que apoye a los morados. Ayer mismo, la ministra de Igualdad, Irene Montero, preguntada en una entrevista en TVE sobre si la postura de Podemos era compartida por la vicepresidenta, la ministra contestó que eso debían «preguntárselo a ella».

La vicepresidenta es consciente de la presión que le llega desde Podemos, y también desde el PSOE, donde se cree que debería «marcar perfil». En este camino de confrontación entre las dos partes, desde su entorno se defiende que ella ya está liderando su camino, que es el de mantener una posición conciliadora y más calmada, para tender puentes entre PSOE y Podemos, frente a todas las críticas que se vierten en los medios por una y por otra parte. Así, fuentes del entorno de Díaz buscan acallar el ruido. Según estas fuentes, esta tensión es la que dificulta la llegada a un pacto entre PSOE y Podemos y es por eso que pide que dejen de hablar en público y que retomen la negociación. Se sostiene que esta crispación «solo beneficia al PP», que aprovecha para ahondar en el desgaste a la coalición. Así, en este sentido, desde la vicepresidencia se desliza que a Díaz no la encontrarán en la batalla por «el relato» y que continuará con su labor que va en la línea de «cuidar la coalición». De cara al consenso para reformar la ley, estas fuentes son optimistas y creen que en el trámite parlamentario habrá una solución.