Gobierno de España

Podemos usa a sus bases para acorralar a Sánchez

La formación morada activa la consulta entre los inscritos para reforzar su exigencia de un cogobierno, blindar a Iglesias en el tramo final de la negociación y trasladar toda la presión al presidente en funciones.

Apretón de manos entre Sánchez e Iglesias, en el comienzo de la última reunión que ambos mantuvieron en el Congreso de los Diputados
Apretón de manos entre Sánchez e Iglesias, en el comienzo de la última reunión que ambos mantuvieron en el Congreso de los Diputadoslarazon

La formación morada activa la consulta entre los inscritos para reforzar su exigencia de un cogobierno, blindar a Iglesias en el tramo final de la negociación y trasladar toda la presión al presidente en funciones.

Pablo Iglesias ha conseguido derribar la primera de las puertas que le separan del Consejo de Ministros. Su granítica posición en defensa del Gobierno de coalición ha comenzado a surtir efecto y ha acercado algo a Pedro Sánchez a su primera oferta, la que le formuló al líder de Podemos en La Moncloa antes de las municipales del 26-M y que consistía básicamente en situar a dirigentes morados en algunos ministerios menores y en el ofrecimiento de la Presidencia del Congreso. Es consciente, no obstante, de que para lograr su objetivo aún le quedan muros por tirar abajo, como la negociación integral y simultánea del programa y los equipos, la aceptación del cogobierno a todos los niveles por parte de Ferraz y la eliminación de las líneas rojas respecto al nombre de los futuros ministros. De todos ellos, el más alto es, sin duda, el veto del presidente a la incorporación del propio Iglesias a su Ejecutivo. Son obstáculos considerables que, a día de hoy, continúan haciendo previsible que la del 23 sea una investidura fallida. Pero quedan días y en el partido morado han percibido los movimientos de su interlocutor como una circunstancia favorable a sus intereses. Y eso llevó ayer a la Ejecutiva de Iglesias a volver a mover ficha y adelantar en el tiempo la celebración de la consulta a las bases de Podemos para que sean éstas las que fijen la posición de voto de los 42 diputados de este grupo en el pleno de investidura que arranca en diez días.

La cúpula del partido, tras debatirlo en una reunión que mantuvo el jueves en la Cámara Baja, decidió activar ayer mismo la votación entre sus inscritos. Dentro de la partida de ajedrez en la que se han convertido las conversaciones entre estos dos partidos, que pese a todo se siguen reconociendo como «socios preferentes», Iglesias ha optado por dar ya la voz a sus simpatizantes con el objetivo de apuntalar sus exigencias y tratar de forzar al presidente en funciones a transigir con el Gobierno de coalición en este tramo final de las conversaciones. En la consulta abierta ayer, los inscritos podrán votar hasta el próximo jueves, día 18, a las 11 de la mañana. De esta manera, cumplirán, según anunció ayer la portavoz del Consejo de Coordinación, Noelia Vera, con el objetivo de que la dirección de Podemos pueda evaluar los resultados durante el fin de semana previo a la sesión de investidura.

La pregunta formulada por Podemos interpela directamente a los inscritos por cómo «deben votar las diputadas y los diputados de Podemos en las sesiones de investidura de la XIII Legislatura». Y hay dos respuestas posibles. La primera, la abanderada durante estos dos meses por Iglesias y su equipo, defiende que para «hacer presidente a Sánchez» es necesario que, previamente, PSOE y Podemos hayan llegado a «un acuerdo integral de Gobierno de coalición, programático y de equipos, sin vetos, donde las fuerzas de coalición tengan una representación razonablemente proporcional a sus votos». Como opción alternativa, las bases moradas podrán inclinarse por apoyar que los 42 diputados del grupo confederal que dirige Iglesias avalen la reelección de Sánchez «ya sea mediante el voto a favor o la abstención» y bajo la fórmula de la «propuesta del PSOE, es decir, un Gobierno diseñado únicamente por el PSOE».

Estas dos opciones, que la dirección de Podemos define como «claras, transparente y honestas», representan a día de hoy las posturas en las que se han atrincherado durante semanas Iglesias y Sánchez. La primera avala lo que defiende Podemos y se concreta en la conformación de una coalición entre ambas formaciones, en la que el reparto de los ministerios sea proporcional al reparto de escaños y en la que no existan vetos por parte de Moncloa a los nombres que Podemos designe para ocupar esas carteras. Es además, según el CIS, la opción que cuenta con más apoyos entre los españoles. La segunda respuesta representa lo que propone el PSOE de Sánchez: un Ejecutivo monocolor sin presencia de miembros de Podemos en el Consejo de Ministros y con un acuerdo de programa. Nada más conocerse los términos de la consulta, la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, la calificó de «tendenciosa» y como «un insulto a la inteligencia».

Esta convocatoria a diez días de la investidura supone un volantazo sobre la previsión inicial de Podemos de aproximar lo más posible la consulta a la votación en el Congreso para «dar tiempo a la negociación». La formulación de las respuestas permitirá a Iglesias llevar la negociación hasta incluso después de conocer el dictamen de los inscritos y, ante un más que probable apoyo abrumador a la tesis de la coalición, forzar a Sánchez a pactar. Con el reloj en marcha, la estrategia de Iglesias ha sido clara: emplear el seguro aval de los suyos para acorralar un poco más al presidente.

La pregunta a los inscritos
¿Cómo deben votar las diputadas y diputados de Podemos en las sesiones de investidura de la XIII legislatura?

OPCIÓN 1 - Para hacer presidente a Pedro Sánchez es necesario llegar a un acuerdo integral de gobierno de coalición (acuerdo programático y equipos), sin vetos, donde las fuerzas de la coalición tengan una representación razonablemente proporcional a sus votos.

OPCIÓN 2 - Para hacer presidente a Pedro Sánchez (ya sea mediante el voto a favor o la abstención), basta con la propuesta del PSOE: un gobierno diseñado únicamente por el PSOE, colaboración en niveles administrativos subordinados al Gobierno y acuerdo programático.