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¿Por qué España (aún) no es Alemania?

El Ejecutivo de Sánchez se sitúa en el «top» de bajas de ministros sólo superado por Macron.

¿Por qué España (aún) no es Alemania?
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El Ejecutivo de Sánchez se sitúa en el «top» de bajas de ministros sólo superado por Macron.

A. Rojo - En un continente en el que las crisis ministeriales no brillan precisamente por su ausencia, nuestro actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con dos dimisiones en apenas 102 días, tiene el dudoso honor de reinar –sólo un poco más abajo de Emmanuel Macron– en el escalafón de los ejecutivos más inestables de Europa.

Las dimisiones relámpago del titular de Cultura, Màxim Huerta, y de la ministra de Sanidad, Carmen Montón, sí son un récord en lo que a España se refiere: nunca antes se había producido una crisis ministerial en los primeros 100 días de ningún gobierno tras la Transición. Sánchez ya lleva dos y lo cierto es que todas las comparaciones con otros presidentes democráticos en España son poco halagüeñas para el actual inquilino de La Moncloa: Zapatero tuvo sólo cuatro crisis de Gobierno durante sus siete años en el poder, las mismas que Aznar en sus dos legislaturas completas. Los siete años de Rajoy tampoco fueron en este aspecto muy turbulentos, ya que en todo ese tiempo sólo dimitieron 5 ministros (sin contar a De Guindos, que lo hizo en circunstancias no traumáticas al irse al BCE). Las diez dimisiones de Gónzalez se dispersaron a lo largo de 14 años en el poder. Suárez tuvo tres en dos años y Calvo-Sotelo dos en 10 meses. Éste último sería el que más se acercaría a Sánchez de media, ya que tuvo una dimisión cada cinco meses mientras que el actual líder socialista ha tenido una cada 50 días.

Como ya se apuntó ateriormente el «Óscar a la inestabilidad ministerial» corresponde a Emmanuel Macron, al que en poco más de un año le han dimitido seis ministros, cuatro de ellos durante los primeros 100 días de gobierno. La última en abandonar su puesto ha sido la ministra de Deportes, Laura Flessel, antigua campeona olímpica de esgrima. Una de las primeras dimisiones la protagonizó el ministro de Justicia, François Bayrou. El líder centrista vio recompensado su apoyo durante la campaña electoral con esta cartera, pero sólo la llevó un mes y dos días, a causa de la investigación abierta por sospechas de utilizar los fondos europeos para remunerar a las personas que trabajaban para su partido. Por las mismas razones dimitieron las también centristas Marielle de Sarnez y Sylvie Goulard, ministras de Asuntos Europeos y Defensa, respectivamente. También batió récords de permanencia Richard Ferrand, el hombre de confianza de Emmanuel Macron y ministro de Cohesión Territorial. Dimitió tras la apertura de una investigación por sospechas de favoritismo y conflicto de intereses, aunque ha sobrevivido políticamente y desde esta semana es el nuevo presidente de la Asamblea Nacional. Bajo la presidencia de François Hollande, cinco ministros se vieron obligados a dimitir tras la revelación de informaciones comprometedoras. El que causó más escándalo fue Jérôme Cahuzac, que se vio obligado a admitir que tenía una cuenta bancaria oculta en el extranjero y fue condenado a 3 años de prisión por fraude fiscal.

En las antípodas de Francia está Alemania, cuyas cifras le convierten en todo un modelo de estabilidad: en los trece años de gobierno de Angela Merkel sólo han dimitido tres de sus ministros. Primero fue el de Defensa, Karl Theodor zu Guttenberg, que dimitió en 2011 tras ser acusado de plagiar su tesis doctoral y dos años después el turno fue para la ministra alemana de Educación y Ciencia, Annette Schavan, una de las personas más próximas a la canciller durante aquella legislatura y que renunció a su cartera por lo mismo. En 2014, el ministro de Agricultura alemán, el socialcristiano Hans Peter Friedrich, abandonó su escaño tras ser acusado de revelación de secretos oficiales en su etapa en el Ministerio del Interior.

Mención aparte merece, por supuesto, Italia, donde ha habido multitud de gobiernos breves. Desde la Segunda Guerra Mundial hasta hoy el país ha tenido 65 ejecutivos, con una media de poco más de un año por cada uno. Tiene el récord el primer gabinete de Giulio Andreotti en 1972, que dimitió al noveno día de haber jurado el cargo. Por 65 equipos de Gobierno ha habido 29 primeros ministros. Cuando algo no funcionaba o uno de los frágiles equilibrios se rompía, tocaba volver a empezar. Aunque la crisis permanente ha sido durante décadas en el modo de gobernar Italia, lo cierto es que recientemente ha habido sonadas espantadas internas, como en el Gobierno de Enrico Letta (2013-2014), cuando dimitieron todos los ministros del conservador Pueblo de la Libertad; o en el primer Ejecutivo de Silvio Berlusconi, en 1994, del que la Liga Norte salió en bloque.

En Grecia, los momentos de mayor convulsión se vivieron con la última crisis económica. La dimisión más sonada fue la del ministro de Economía, Yanis Varoufakis, cinco meses después de jurar el cargo, poco antes de que el país aceptara las condiciones de la Troika. A principios de los noventa hubo otra gran crisis, cuando tras una serie de escándalos, Andreas Papandreou no logró formar Gobierno. Tzannis Tzannetakis y Xenophon Zolotas formaron sendos ejecutivos transitorios que duraron apenas 100 días.

Mención aparte merece el caso británico: en julio de este año Theresa May se enfrentó a las dimisiones de dos de sus ministros clave partidarios del Brexit duro en menos de 24 horas: el negociador para el Brexit con la Unión Europea, David Davis, y el ministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson. El contador de dimisiones de May resulta abultado –nada menos que 12– debido a que en Reino Unido los «ministers» son lo que en España se llamarían secretarios de Estado y los «secretaries» son en realidad lo que en nuestro país se llaman ministros. Con información de R. del Barrio / M. Arroqui / C. Belda / A. Serena / I. Monzón.