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Gobierno de España

PP y Cs ensayan en la calle la moción de censura

Casado no descarta iniciar los contactos para una moción de censura cuyo objetivo sería convocar a las urnas. Los populares asumen que los números no dan en este momento pero creen que sería una medida más de presión.

PP y Cs ensayan en la calle la moción de censura
PP y Cs ensayan en la calle la moción de censuralarazon

Casado no descarta iniciar los contactos para una moción de censura cuyo objetivo sería convocar a las urnas. Los populares asumen que los números no dan en este momento pero creen que sería una medida más de presión.

El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, ha conseguido unir a PP y a Ciudadanos (Cs) para hacerse una foto conjunta en defensa de España con Vox. Será el próximo domingo, y las direcciones de PP y Cs, en el nivel de las secretarías generales, trabajaban ya ayer por la tarde de manera coordinada, incluso en las redes sociales, para activar la movilización ciudadana contra la negociación de Sánchez con los partidos independentistas y su decisión de aceptar un «relator», una mediación, entre el Gobierno de España y Cataluña.

Sánchez está librando su última batalla por los Presupuestos, y la impresión dentro del PP y de Ciudadanos, también en amplios sectores del PSOE, es que la perderá porque los independentistas «no ganan nada con él». Sánchez intenta agotar la legislatura «como sea, mejor ser presidente dos años, más sueldos, más viajes y más oportunidades de buscarse la vida». Después de unas elecciones generales, incluso si pudiera formar gobierno con Podemos y los independentistas, tendría que ser con un pacto de por medio, mucho más costoso, sin duda, que gobernar como ahora, sin apoyos, sí, aunque también sin documentos por medio con exigencias y firma de todas las partes. La concentración del próximo domingo –convocada bajo el lema «Por una España unida. Elecciones ya»– marcará un punto de inflexión en lo que quede de legislatura y en el escenario político electoral de los próximos meses. La foto de Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal, juntos, en la madrileña Plaza de Colón, inevitablemente tiene una lectura en clave de alianzas de futuro que trasciende la imagen de la acción conjunta de los tres partidos envueltos en la bandera de España. El margen de Cs para pactar con el PSOE de Sánchez tras los comicios de mayo se acorta, aunque siga siendo una opción estratégica.

Además, si la concentración del domingo sale bien, Casado no descarta abrir una ronda de contactos para escenificar que tantea la viabilidad de una moción de censura, que sería para convocar elecciones, precisan en la dirección popular. Ayer lanzó la idea, pero no es un mero brindis al sol, aunque parezca ciencia ficción.

El «no» inicial de Cs

La respuesta inmediata de Ciudadanos fue un «no» categórico, pero la política es muchas veces «gestos». Y aunque esa moción se puede decir que es prácticamente imposible que contase con los votos del PNV, imprescindibles, sin embargo en Génova en absoluto descartan volver a ponerla encima de la mesa después del domingo como otra medida de presión y de llevar la iniciativa frente a la «traición» a España de la que acusan a Sánchez por llegar hasta donde ha llegado para intentar sacar adelante las cuentas de 2019.

La moción de censura necesita 176 votos a favor, y PP y Cs necesitarían no solo al PNV para alcanzar los 174, sino también a Coalición Canaria (CC) y Nueva Canarias. Sánchez ganó su moción de censura por 180 contra 170. Suena a imposible, más en Génova dejan la «carta» encima de la mesa, y ya ayer Casado, como líder de la oposición, también contactó con Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro (UPN), Partido Aragonés (PAR) y Foro Asturias para pedirles que se sumen a la concentración de este domingo en Madrid contra la «traición» de Sánchez.

Si en función de cómo evolucione la situación, y el éxito de la concentración del domingo, Casado decide pasar a la fase de tantear las posibilidades de una moción de censura, también se dirigirá a estas formaciones. Y el planteamiento de partida debería ser, según precisan en Génova, una moción para convocar elecciones de manera inmediata y poner así fin a la negociación del Gobierno socialista con los independentistas. «Ahora mismo Sánchez está en una situación límite: o acepta abrir una negociación formal sobre la autodeterminación, que es el objetivo real del independentismo, o interviene en el juicio. Eso o quedarse sin Presupuestos», sentencian en el PP.

Por la mañana, tras la comparecencia de la vicepresidenta Carmen Calvo, en Moncloa, Casado tomó la iniciativa de contactar con Rivera y Abascal. El PSOE daba ya las primeras señales de «incendio» interno por las declaraciones de «barones» como Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, en «Más de uno», de Onda Cero.

En un primer momento el frente constitucionalista, PP y Ciudadanos, amagó con entrar en disputa para ver quién tomaba la delantera en el liderazgo de la respuesta. Casado anunció que no descartaba ninguna medida, y Ciudadanos se adelantó a pedir la comparecencia urgente de Sánchez en el Congreso para explicar por qué va a crear «marcos paralelos» a la Constitución nombrando un «relator» para dialogar con Cataluña. Cs no puede registrar en solitario una petición de comparecencia urgente del presidente del Gobierno porque no tiene los 70 escaños que se requieren para hacerlo y tampoco la firma de otro grupo, por lo que Rivera dio por hecho que se sumarán a la petición de comparecencia de Sánchez que también registró el PP. A la ofensiva se sumó el PP catalán con el anuncio de que busca apoyos para organizar una manifestación unitaria contra Sánchez en Barcelona.