Congreso

Sin presupuestos, los socios dudan de Sánchez

Junts y Bildu reprochan la renuncia a las cuentas públicas mientras Moncloa endurece el tono contra el PP

Mertxe Aizpurua (Bildu) en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 20 03 2024
Los diputados de Bildu en la sesión de control al Gobierno en el CongresoAlberto R. RoldánFotógrafos

No solo las pobres cifras legislativas en siete meses de legislatura reflejan los problemas del Gobierno, sino también el clima que rodea los plenos en el Congreso. De hecho, este martes se registraron varios episodios que ilustran con claridad las dificultades que va a tener Pedro Sánchez para concluir la legislatura: por un lado, el grado de tensión y confrontación con el PP va a más y está llegando a cotas inasumibles; y, por otro lado, los propios socios y, en particular, Junts está apretando las tuercas tras haber logrado ya prácticamente su objetivo de la amnistía.

En este sentido, la tensión con el PP se pudo contemplar desde numerosos ángulos, pero quizá el momento más llamativo tuvo lugar entre el diputado popular Jaime de los Santos y la ministra de Igualdad Ana Redondo, que ya han mantenido algún encontronazo en sesiones parlamentarias previas. De los Santos recriminó a la ministra de Igualdad los efectos perjudiciales de la Ley del «solo sí es sí» y la presunta vinculación del entorno más inmediato de Pedro Sánchez con el «caso Koldo», a lo que Redondo replicó con un tono bronco y a gritos por «mezclarlo todo»: «¡Vergüenza!, ¡vergüenza!, ¡vergüenza!», clamó, acusando al PP de «machismo reaccionario». Tras esta desaforada reacción, a la conclusión de la sesión, Redondo se acercó a De los Santos para pedirle disculpas por el tono empleado.

Lo cierto es que mientras el Gobierno entierra prácticamente cualquier opción de entendimiento con el PP, tampoco parece atravesar buen momento con sus socios, que le reprochan al unísono haber renunciado a elaborar Presupuestos. En este sentido, en el pleno de este martes fue el turno de Junts y Bildu, que veían en las Cuentas una oportunidad para lograr un botín con el que concurrir a las elecciones catalanas y vascas con algo que reivindicar. Desde Junts, su portavoz, Míriam Nogueras, censuró al presidente por renunciar a los Presupuestos y le retó a explicar como va a seguir gobernando. «Un Gobierno fija sus prioridades con los presupuestos», criticó en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. «Cuando se convocaron elecciones tenía que tomar una decisión, mantener sus cartas con los Presupuestos o hacerle la campaña a su candidato. Eligió lo segundo», censuró la diputada independentista, quien calificó de «decisión de campaña electoral y no de país», la de renunciar a los Presupuestos Generales del Estado. Para Junts, el Ejecutivo «no ha tenido coraje» de presentar sus prioridades antes de las elecciones catalanas porque no quieren que se les recuerde en campaña que «no tienen ningún proyecto» para esta comunidad. Las Cuentas son importantes para Junts porque es una oportunidad de reflejar logros económicos de cara a la campaña electoral.

La paralización de la legislatura a causa del adelanto electoral en Cataluña también tiene réplicas para Bildu, el único socio del Gobierno que –en esta legislatura–no firmó un acuerdo previo de investidura con el PSOE para dar su voto a Sánchez. Bildu se juega dentro de un mes las elecciones en el País Vasco y los Presupuestos eran su escaparate para tratar de proyectar la imagen de partido alejado del ruido y con acento social. A través de los Presupuestos Generales del Estado, en los últimos años, Bildu ha logrado grandes titulares con cesiones sociales y económicas, aunque en el partido son conscientes de las limitaciones de esta legislatura con Junts y PNV.

En el Gobierno son conscientes de este malestar en la formación abertzale porque «ellos querían rentabilizar en los presupuestos su apoyo en el Gobierno», aunque no descartan hacer algún guiño en las próximas semanas para que Bildu no se aleje y se pueda acabar despegando como socio.