Trata
La ruta argelina no cesa: 60 inmigrantes rescatados frente a las Islas Baleares en tres días
Desmantelan una red de tráfico desconocida: llevaban a sus víctimas desde Marruecos a Reino Unido en avión y los trasladaban a Francia y España en camiones
En estos primeros seis meses del año, la ruta que parte de las costas argelinas a Levante o Baleares ha experimentado un aumento considerable de llegadas. Así lo confirmó a este periódico Cruz Roja y la ONG Caminando Fronteras, que el mes pasado informó de que de enero a mayo se han contabilizado 328 personas muertas en la ruta argelina.
Los datos sobre el terreno refutan día a día la información de las organizaciones humanitarias. En total, 60 personas han sido rescatadas frente a las Islas Pitiusas en tres días. Esta mañana, Salvamento Marítimo y la Guardia Civil han rescatado a 13 personas de origen magrebí a bordo de una patera, a unas cinco millas al sur de la isla de Cabrera, al sur de Mallorca.
En la jornada de ayer se repetía el rescate de 22 personas a bordo de dos pateras que fueron localizadas en aguas al sur de la isla de Formentera. El primer rescate se produjo hacia las 11.45 horas a 25 millas de la menor de las islas Pitiusas y todas las personas que viajaban en la barca eran de origen magrebí, según la Delegación de Gobierno de Baleares. Además, a las 15.49 fueron rescatadas otras 11 personas, también de origen magrebí, a bordo de otro bote a 28 millas al sur de la isla de Formentera.
Salvamento Marítimo y el instituto armado también rescataron la noche del miércoles a otros 25 inmigrantes a bordo de una patera avistada a cuatro millas de la isla de Cabrera, al sur de Mallorca. En lo que va de año han llegado al archipiélago al menos 3.085 personas en 154 embarcaciones, según el recuento de Efe a partir de la información facilitada por la Delegación del Gobierno. En 2024, arribaron a las islas de forma irregular por mar 5.882 migrantes, según el Informe Anual de Seguridad Nacional del Ministerio del Interior.
En total, 1.865 personas de 22 nacionalidades han fallecido en los primeros cinco meses de 2025 en trayectos con destino a España desde distintas rutas migratorias, el 80 % de ellas en la ruta atlántica con destino a Canarias, que sigue siendo la más mortífera. El problema de la ruta argelina, según Caminando sin Fronteras es que adolece de mecanismos de detección temprana de medios de rescate ante las alertas y de protocolos conjuntos por la débil colaboración con Argelia, algo que marca la diferencia cuando hablamos de desapariciones en esta travesía.
Nueva red de tráfico
También hoy se ha sabido que una operación policial conjunta de España y Francia ha logrado desmantelar una de las redes de tráfico de migrantes más activa de Europa, con sedes en Barcelona, y que empleaba una ruta clandestina hasta ahora desconocida: llevaba a sus víctimas desde Marruecos a Reino Unido en aviones como si fueran turistas para luego trasladarlos a Francia y a España ocultos en camiones.
Según informa la Dirección General de la Policía, la operación Belion se ha saldado con siete detenciones (cuatro en España y tres en Francia) y cuatro registros -dos en la provincia de Barcelona y otros dos en el país galo-, en los que se incautaron 42.335 euros en efectivo, 2.180 libras esterlinas, 10.690 dirhams marroquíes, tres vehículos, teléfonos móviles y documentación relacionada con pagos, cuentas y comunicaciones.
La organización criminal operaba desde España, Francia, Bélgica y Reino Unido, utilizando rutas clandestinas y vehículos adaptados sin medidas de seguridad para trasladar a más de 500 migrantes, en 68 episodios migratorios acreditados, con pagos que oscilaban entre los 350 y los 1.500 euros por persona, dependiendo del trayecto. Sus víctimas, mayoritariamente de origen marroquí y argelino y en ocasiones menores de edad, eran transportadas en condiciones inhumanas, en trayectos por carretera y ferri hacia España y Francia en furgonetas y camiones cerrados, con falsos compartimentos, sin ventilación, sin medidas de seguridad, y sin acceso a agua o alimentos.
Una vez en Francia eran tratadas como mano de obra para trabajos agrícolas o explotación laboral en distintas zonas del país. Muchas de ellas fueron alojadas en "pisos de seguridad" en el extrarradio de París, en condiciones de hacinamiento. La estructura criminal generaba beneficios superiores al medio millón de euros y operaba con una logística avanzada, jerarquía definida y ramificaciones en España, Francia, Bélgica, Reino Unido y Marruecos.