Inmigración

El saldo en vidas del sueño migratorio en Ceuta: 52 fallecidos en 3 años

El año 2023 se cerró con 16 cadáveres. El perfil de los fallecidos se corresponde con jóvenes marroquíes de entre 20 y 35 años que emprenden la travesía a nado

La Guardia Civil recupera un cadáver en "muy avanzado estado de descomposición" en el litoral de Ceuta
La Guardia Civil recupera un cadáver en "muy avanzado estado de descomposición" en el litoral de CeutaEuropa Press

Hasta un total de 52 inmigrantes, la mayoría de ellos marroquíes, han sido localizados sin vida en los tres últimos años en aguas del litoral de Ceuta como consecuencia del sueño migratorio que emprenden centenares de personas del país vecino y que suelen acabar en tragedia.

Sin ir más lejos, el pasado miércoles, funcionarios de los Grupos Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) recuperaron el pasado miércoles a primera hora de la tarde en aguas de la bahía sur de la ciudad autónoma el cuerpo sin vida y "en muy avanzado estado de descomposición" de una persona que podría llevar "semanas" en el mar y que podría tratarse de un migrante indocumentado de origen magrebí.

Según los datos recopilados por EFE de fuentes policiales y sanitarias, la presión migratoria por la vía marítima se traduce en el hallazgo de los cuerpos de muchos jóvenes que pierden su vida en los intentos de alcanzar las costas españolas, la mayoría de ellos a nado para superar la escasa distancia que separa un lado del otro de la frontera.

De este modo, en el año 2021 se localizó el cuerpo sin vida de 23 personas en distintas playas de Ceuta, en el 2022 la cifra bajó a 12 cadáveres, mientras que el pasado año se cerró con hasta 16 fallecidos.

La mayor cantidad de inmigrantes hallados muertos en las costas de la ciudad se produjo en los meses posteriores a la crisis migratoria de los días 17 y 18 de mayo de 2021, cuando miles de personas cruzaron por el espigón fronterizo del Tarajal que separa la ciudad de Marruecos.

El año 2021 se inició en Ceuta con la localización de seis cadáveres (cinco marroquíes y un subsahariano) entre los meses de enero y abril, disparándose las cifras en los meses posteriores ya que el 17 de mayo se localizó un marroquí de 19 años, el 20 de mayo otro marroquí de 16 años y el 22 de mayo otro marroquí de 20 años.

De junio a diciembre de ese año 2021 se hallaron 15 cuerpos sin vida más en el mar (entre ellos un menor de 12 años de nacionalidad marroquí y un subsahariano), según los datos a los que ha tenido acceso EFE.

El año 2022 dejó la estadística de muertes en el hallazgo de 16 inmigrantes, principalmente en las playas de la bahía sur de Ceuta (playa del Sarchal, Tarajal, Chorrillo o la Almadraba, entre otras).

Entre los fallecidos había dos menores de edad marroquíes así como también otros tres cuerpos sin poder identificar, aunque de rasgos magrebíes (se desconoce si marroquí, argelino o de otro lugar).

Y 2023 se cerró con 16 cadáveres hallados en las distintas playas de Ceuta, preferentemente jóvenes marroquíes, a excepción de un guineano que fue hallado en el mes de marzo en una playa próxima al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

El perfil de los fallecidos se corresponde con jóvenes marroquíes de entre 20 y 35 años que suelen emprender la travesía a nado, enfundados con trajes de neopreno para protegerse de la baja temperatura del mar.

La ausencia de cámaras frigoríficas en Ceuta para la conservación de los cadáveres provoca que los cuerpos sean enterrados prácticamente dos días después de su hallazgo, principalmente en el cementerio musulmán de Sidi Embarek.

Fuentes del colectivo islámico han dicho a EFE que estos inmigrantes se entierran sin identificación alguna y sólo el número de la tumba permite tener algún conocimiento de la persona que se encuentra bajo tierra.

La falta de oportunidades en Marruecos es la principal motivación que tienen estos jóvenes para buscar un futuro mejor, según han dicho a EFE fuentes de la Comunidad Musulmana de Ceuta.

Muchos de estos inmigrantes se dedican al negocio del transporte de mercancías entre los dos lados de la frontera, conocidos habitualmente como "porteadores", pero desde el cierre de este comercio denominado "atípico" provocó que se quedaran sin ningún tipo de ingresos.