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Congreso
Los socios de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados aprietan... pero no ahogan. Hoy se va a celebrar en la Cámara Baja uno de esos plenos que aparentemente pueden condicionar la legislatura, con el presidente del Gobierno compareciendo para explicar una serie de medidas contra la corrupción.
El objetivo de Sánchez es el de convencer a sus socios de investidura que la etapa protagonizada por cargos como José Luis Ábalos y Santos Cerdán es agua pasada y, sobre todo, que los socios puedan vender a sus votantes que no se han quedado inmóviles y como mera muleta de un Ejecutivo corrupto. Por ello, desde Moncloa se viene calentando el ambiente, asegurando que las medidas serán "potentes" y los socios, por su parte, están elevando al máximo la presión contra Sánchez.
Sin embargo, nadie está dando la impresión de querer romper con el Gobierno y desear unas elecciones generales anticipadas que pillarían a muchos con los deberes aún por hacer. Tampoco se están viendo signos de que haya una disposición a apoyar una moción de censura contra Sánchez y a favor de Alberto Núñez Feijóo, a pesar de las rondas de contactos del PP.
Un ejemplo de ello es que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, será la encargada de representar a Sumar en el debate de este miércoles. Se verá al otro socio de la coalición tirándole de las orejas al presidente, en directo desde la Tribuna, lo que es una imagen ciertamente inédita y que en esta legislatura sólo se le han acercado algunos debates sobre la Defensa. Sin embargo, Díaz comunicó a Pedro Sánchez su intención de participar ella en el debate, lo que ha sido todo un gesto para intentar limar asperezas y mantener la coalición en marcha, a pesar de la teatralización de cada uno.
Desde la Tribuna, Díaz exigirá la creación de una Agencia Anticorrupción, que llevará al Congreso como proposición de ley. Para que salga adelante, la coalición fucsia necesita el voto favorable del PSOE y se muestran convencidos en que lo obtendrán. Sumar también pedirá mejores permisos por nacimiento y la ampliación de los permisos retribuidos de crianza y cuidados. Esta medida, sin embargo, está en el aire ya que no versa tanto sobre la corrupción, sino que es una petición en el marco del acuerdo de coalición.
Según explican fuentes de Moncloa, en su comparecencia de hoy, Pedro Sánchez anunciará una serie de medidas con las que "incorporará la gran mayoría de las exigencias de Sumar y del resto de grupos". Aseguran que el ánimo del presidente es "incorporar, en lo posible, todo lo que se pueda encajar".
Además, no todas se pondrán en marcha ya, sino que el presidente anunciará también otras medidas a futuro. Los ejes de actuación sobre los que versarán estas medidas son las empresas, las instituciones y los partidos políticos. "Se abordarán todos los flancos y todos los actores necesarios para que pueda existir la corrupción en la Administración General del Estado", añaden las mismas fuentes.
El presidente ya estuvo en contacto con la mayoría de sus socios de investidura, en una ronda que hizo en el Palacio de la Moncloa, y desde entonces tanto en el Gobierno como en la dirección del Grupo Parlamentario Socialista se está hablando con los socios para intentar tenerlos satisfechos y que sepan que sus medidas son tenidas en cuenta.
Sin embargo, hay algunas medidas que en Moncloa descartan. Una de ellas es la cuestión de confianza que exigen Coalición Canaria y Compromís. Cuando se pregunta en el círculo del presidente por esta cuestión, todas las respuestas son evasivas. Además, no se prevé que Junts se pueda sumar a esta petición porque ya se retractaron tras intentarlo hace unos meses.
Tampoco se prevé que el Gobierno vaya a ceder ante la petición de ERC de suprimir los aforamientos. En la retórica de la Moncloa, están siendo víctimas de una persecución en la que también están participando los jueces y suprimir esa forma de protección les dejaría demasiado expuestos a las acciones judiciales impulsadas desde sectores contrarios.
A pesar de ello, en ERC prefieren mantener cierta cautela de momento y esperar a la comparecencia de este miércoles para decidir los siguientes pasos. Además, el partido liderado por Oriol Junqueras está muy pendiente de la reunión bilateral entre el Estado y la Generalitat catalana que se producirá el próximo 14 de julio. Ahí se abordarán medidas para reforzar la Agencia Tributaria catalana y se buscará que la comunidad autónoma tenga una mayor soberanía fiscal. Por ello, no quieren remover ni airear demasiado su descontento con el Gobierno.
Algo similar está pasando con el PNV, que ahora mismo no quiere abrir ningún tipo de carpeta para exigirle a Sánchez y desde la formación nacionalista prefieren esperar, escuchar, y decidir después. En Podemos sí que dan por rotos los puentes, pero tampoco es previsible que se sumen a una moción de censura.
En cuanto a Junts, la relación entre los de Carles Puigdemont y el Gobierno sigue siendo la más complicada de todas, a la par que la más imprevisible. Es cierto que está habiendo acercamientos, aunque sean laterales, entre Junts y el PP. Sin embargo, es prácticamente imposible dejar a Vox fuera de la ecuación y sin contar con todas las partes, los números no le dan a Feijóo para una moción de censura.
"No contemplamos perder el apoyo de los socios", aseguran en Moncloa. "Son conscientes del momento que vivimos y de la responsabilidad que tenemos. Cada uno tendrá que elegir su tono, en qué bando les sitúa ese tono y las consecuencias de ello", rematan.
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