Congreso

Hasta los socios dan la espalda a Redondo: Es "irresponsable", "impresentable" e "inadmisible"

El Congreso reprobó ayer a la ministra gracias a la abstención de ERC y Junts.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, consiguió ayer que Junts y ERC se pusieran de acuerdo. Ese logro no es poca cosa. Pero la pega es que ha sido a su costa, eso sí.

El Congreso de los Diputados reprobó ayer a la ministra y exigió a Pedro Sánchez que la cese de inmediato por su mala gestión ante la crisis de las pulseras antimaltrato. El posicionamiento de la Cámara Baja se produjo tras una moción del PP que triunfó gracias a que los dos partidos independentistas se abstuvieron y permitieron ese resultado.

Según reconocen diversas fuentes parlamentarias, entre los distintos socios del Ejecutivo, también los de izquierdas, ha molestado mucho la actitud que está manteniendo el Ministerio de Igualdad ante esta crisis. Aunque creen que el PP la está "usando" a su favor, consideren que las explicaciones de Redondo no han sido suficientes y que no está dando la cara.

Dentro del Ejecutivo también hay fuentes que reconocen que la ministra no ha manejado bien la comunicación y que tiene difícil salida. Pero aunque todos coinciden en que alguien debería asumir responsabilidades, nadie parece apostar porque Redondo vaya a hacerlo o que el presidente vaya a exigírselo.

Desde que estalló la crisis la semana pasada, Redondo no ha hecho ningún esfuerzo por asumir parte de la responsabilidad. Es más, se ha centrado en atacar al PP por difundir "bulos" y decir que les considera irresponsables por ello. La sesión de control al Gobierno de ayer fue una muestra perfecta de esa estrategia, cuando la ministra dijo: "Me quieren reprobar a mí, cuando ninguna de las mujeres que llevaban la pulsera ha sido asesinada y no reprueban al señor Mazón, que tiene a sus espaldas más de 200 hombres y mujeres víctimas".

Esas palabras colmaron el vaso de los socios, que ya empiezan a sufrir cierto hartazgo. "Es inadmisible que la ministra de Igualdad mezcle este tema con la DANA", dijo la diputada de Junts Pilar Calvo. Lo hizo por la tarde, horas después de la sesión de control, cuando se debatía la moción. Ana Redondo ni siquiera estuvo presente mientras se debatía. La diputada también hizo referencia a una campaña del Ministerio, protagonizada por el actor Paco León, en la que se habla de "tener huevos" para denunciar comportamientos machistas. "Este Ministerio, que ha puesto tantos huevos en su campaña, no los ha tenido a la hora de explicar cuando tocaba", afeó.

Para ERC, la intervención de la ministra Redondo diciendo que no había muerto nadie por las pulseras fue "impresentable". "Son unos irresponsables de primer orden, porque con los meses que han pasado y los avisos que tuvieron han sido incapaces de resolverlo, pararlo y de dar una explicación a aquellos que confiaron lo suficiente para darles la investidura", aseguró la diputada Pilar Valluguera.

La republicana también criticó la comparecencia de Carmen Martínez, la Delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, que acudirá hoy al Congreso a dar explicaciones sobre lo sucedido. Se trata del primer alto cargo que se sienta de verdad a hablar sobre el asunto y Valluguera denunció que tendría que haber comparecido Redondo, no Martínez, y que no hay "información veraz" facilitada por el Ministerio sobre las pulseras, lo que dificulta preparar el interrogatorio. "Vengan y discúlpense, un Gobierno tiene que saber cuándo disculparse", dijo.

Aunque de los socios habituales sólo ERC y Junts se abstuvieron para facilitar la reprobación, hubo otros partidos que quisieron participar en el tirón de orejas. Es el caso del PNV. El partido vasco votó en contra por no entrar "en el perverso juego" del PP, pero advirtió al Ejecutivo de que "no vamos a aceptar la callada por respuesta". "No entendemos ni compartimos los escapismos y las triquiñuelas, en vez de aceptar los errores y hacer todo lo posible para poner una inmediata solución", reconoció su diputado Joseba Agirretxea.

También es el caso de Sumar, que ya se adelantó la semana pasada registrando una serie de preguntas por escrito. En la coalición de Yolanda Díaz esperan que este asunto no le salpique. El único partido que está en silencio ante esta polémica de las pulseras es Podemos. Y llama la atención, porque hasta ahora se han cuidado de marcar un perfil propio y duro contra el Ejecutivo. Pero es que la sombra de la polémica se alarga hasta la etapa de Irene Montero y la respuesta morada es la misma que la de Redondo: la culpa es de otros.