Inmigración
El testimonio de los "nadadores" de Marruecos: "Diez horas en alta mar y atacados por gaviotas"
La presión migratoria se ha incrementado en la frontera de Ceuta con centenares de jóvenes que intentan acceder a España: "Es inhumano"
La llegada de "nadadores" desde Marruecos a Ceuta se ha incrementado en los últimos días. Una dinámica que se repite sin freno verano tras verano. Una práctica peligrosa que ha costado este año la vida a 17 personas. No son las únicas. El mar se ha tragado a muchas otras sin dejar rastro. LA RAZÓN ha conocido el testimonio de estos jóvenes que sobreviven durante 10 horas en alta mar y son, incluso, atacados por gaviotas.
Para entender el trasfondo de estos trayectos se debe conocer, en primer lugar, la meteorología de Ceuta. Una abundante niebla dificulta la visión durante las mañanas. Una imagen que corresponde más a Londres que a España. De esta circunstancia se aprovechan los "nadadores" para intentar entrar en nuestro país de forma totalmente desapercibida.
Otro de los aspectos reseñables es la estrecha vigilancia que ahora hacen por tierra las autoridades marroquíes, según explican fuentes policiales a LA RAZÓN. Cerrada una vía, los grupos de inmigrantes buscan otras alternativas y el nado, aunque peligrosa, se convierte en una realidad.
Este fenómeno ha costado la vida en lo que llevamos de año de 17 inmigrantes marroquíes. "Son muchos más los muertos que han quedado olvidados en alta mar y no se encontrarán jamás", lamentan estas fuentes. Esta cifra solo tiene en cuenta los cadáveres identificados.
El relato de los "nadadores" es siempre el mismo. Son hombres jóvenes en su mayoría adolescentes. Se lanzan al mar en los puertos marroquíes que están a tres kilómetros de los puntos a los que buscan llegar. Por el camino en alta mar pasan penurias. "Es inhumano", admiten las fuentes consultadas.
El viaje de los menores "nadadores"
Los que menos tiempo discurren en el agua son unas cinco horas. Hay casos que se prolongan hasta diez. "Nos cuentan que son atacados por gaviotas", explica uno de los agentes que ha trabajado para salvarles la vida.
Si los "nadadores" son mayores de edad, directamente son devueltos a Marruecos. Si son menores pasan a centros de acogida. En los últimos días han llegado por esta vía chicos que apenas tienen 12 años.
Los agentes de la Policía Nacional son los encargados de filiarles. Les toman los datos y así son posteriormente identificados. A estos menores después les queda el trabajo casi más duro de tener que sobrevivir en los centros donde residen.
En los últimos días, el secretario provincial de la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Ceuta Rachid Sbihi ha levantado la voz para alertar al Ministerio del Interior. Los agentes están "saturados", "desbordados" con estrés físico y mental. Estiman que tiene que llegar un refuerzo de unos 200 compañeros para hacer frente al desafío migratorio.
La lista de peticiones a Marruecos
Una valoración que contrasta con las declaraciones de la delegada del Gobierno en Ceuta Cristina Pérez que elogiaba el efectivo control migratorio. "No necesitamos felicitaciones públicas ya que queremos hechos y más agentes", reclaman desde esta entidad sobre la situación en la frontera del Tarajal.
Están ya cansados de exigir a Marruecos que tome medidas reales, efectivas y continuas para acabar con estos problemas. El año pasado hubo condenas muy duras para los organizadores de un aluvión de "nadadores" el pasado mes de septiembre. Esto sirvió para reprimir a posibles ideólogos.
Y es que la organización ha variado, este año están menos estructurados, pero el problema de fondo sigue. Aún hay niños de 12 años esperando para ser "nadadores" y pasar 10 horas en el mar para entrar en Ceuta. En la mejor de la situaciones pasarán a un centro de menores. Otros muchos quedarán olvidados en el mar.