Inmigración
Un ex guerrillero con formación militar ideó el salto a Ceuta del 26-J
Fue detenido ayer junto con otros nueve inmigrantes acusados de organización criminal y lesiones a varios agentes.
Fue detenido ayer junto con otros nueve inmigrantes acusados de organización criminal y lesiones a varios agentes.
Un ex guerrillero de Togo con conocimientos paramiliatres fue el principal organizador del salto del vallado de Ceuta del pasado 26 de julio y es uno de los 10 detenidos por la Guardia Civil durante la mañana de ayer, a los que se acusa de organización criminal, atentado y lesiones por la violencia empleada contra los agentes.
El cabecilla, un sujeto peligroso y con dominio de distintas técnicas guerrillero-militares, opuso una feroz resistencia en el momento de ser arrestado y causó una brecha en la cabeza a un miembro de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Benemérita, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras de las investigaciones.
Sobre las 8:15 horas se inició la conocida como «Operación Yebala», en referencia a los montes cercanos a la ciudad autónoma donde se encuentran los campamentos (Biutz y Laiumina) en los que se esconden los que preparan los saltos. Componentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y del Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta, con el apoyo del GRS, accedieron a las instalaciones del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y procedieron a la detención de 10 subsaharianos –puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Ceuta– como presuntos responsables de organizar y dirigir la intrusión masiva y violenta en la que accedieron a territorio español 602 inmigrantes.
Los arrestos se practicaron tras el análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad del perímetro que separa la ciudad española de Marruecos y la realización de otras diligencias. Según fuentes de la investigación, además, resultaron fundamentales las declaraciones de algunos de los inmigrantes que participaron en el asalto y que revelaron los supuestos responsables.
El líder del grupo, que había entrenado militarmente a los futuros asaltantes, vivía dentro del CETI «como un marajá. Todos le rendían pleitesía, prueba de la autoridad que ejercía sobre los demás», y estaba a la espera de su traslado a la Península, que se produce por turnos en función de la entrada al referido centro.
Este medio, cuando informó del salto del 26 de julio, ya publicó en exclusiva que «se había preparado con mucho tiempo y que los subsaharianos habían sido organizados, “militarmente”, en grupos con una misión concreta».
Se observó que los inmigrantes, tras el acceso, se reagruparon con el fin de atacar con piedras y objetos contundentes a los coches oficiales de la Benemérita. La finalidad no era otra que tratar de amedrentar a los agentes y transmitirles el mensaje de que «las cosas han cambiado» y que, a partir de ahora, pueden sufrir serios daños. Las detenciones de ayer han cambiado el panorama y han terminado con la sensación de impunidad que había entre los futuros asaltantes, a los que se transmitía que no les iba a ocurrir nada si agredían a los guardias.
Una jerarquía con 8 jefes
Los detenidos proceden de Togo (1), Camerún (2) y Guinea (7). El líder togolés contaba con un lugarteniente que ejercía como número dos, además de un grupo de 8 jefes que se dedicaban a dar instrucciones para organizar la agresión. En ese sentido, la delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, aseguró ayer que quienes accedan a territorio español de forma «violenta» serán devueltos a Marruecos, como las 119 personas que lo consiguieron el 22 de agosto. «El que entre violentamente y agrediendo va a recibir el mismo pago».
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