Estrategia

Yolanda Díaz, ante el reto de convencer a sus aliados y al PSOE

Las siglas que forman Sumar marcan distancias y los socialistas avisan ante el desgaste: "Un partido no es solo una cara"

Yolanda Díaz asume que los resultados de Sumar el 18F no fueron buenos pero descarta que afecten a su proyecto
Yolanda Díaz asume que los resultados de Sumar el 18F no fueron buenos pero descarta que afecten a su proyectoEuropa Press

El fracaso de la izquierda en Galicia no afecta igual a las dos formaciones que conviven en el Gobierno. Si bien el PSOE analiza sus consecuencias a nivel territorial, en Sumar, las miradas llevan todas al propio liderazgo de la vicepresidenta y líder del partido, Yolanda Díaz, dado que de momento adolece de una estructura territorial sobre la que cargar la responsabilidad de los resultados.

Y es que el batacazo absoluto de Sumar en Galicia tiene derivadas que conllevan al plano político nacional y plantea incógnitas a resolver de inmediato por la dirección del partido. Juegan, ahora, con la voz alzada de sus aliados en el Congreso, quienes ya han puesto coto a la expansión se Sumar en las comunidades donde ellos tienen arraigo territorial y la formación fucsia todavía no, con la vista puesta en próximos comicios.

Galicia ha desdibujado el liderazgo de la vicepresidenta en cuanto a la implantación territorial que busca desplegar para asentar Sumar como un actor político más influyente en los parlamentos autonómicos. Sus aliados, como ya publicó este diario, han acotado ya la interferencia de su proyecto de cara a futuros comicios en la Comunidad Valenciana, Cataluña o incluso Aragón, donde ven a su marca territorial más fuerte y con arraigo electoral que la que pueda conseguir Sumar una vez se construya como partido en las comunidades. Abiertamente piden que no compitan electoralmente y que respeten las marcas ya trabajadas, como Compromís, los Comunes o la Chunta Aragonesista, respectivamente. En Sumar, no ven estos posicionamientos como un «problema» y aseguran que ahora pueden trabajar la fortaleza en los territorios al no contar con elecciones en comunidades –al margen de País Vasco- en el corto plazo. Esa es la estrategia con la que se pone a trabajar el partido de cara al próximo ciclo electoral.

En el partido tratan de aislar a la vicepresidenta del batacazo en Galicia, a pesar de que estos resultados eran totalmente imputables a la ministra gallega, por ser su tierra donde se jugaba el tipo y por su implicación en campaña electoral para arropar a su candidata, Marta Lois. En la formación aseguran que solo se jugaban las «dinámicas gallegas» y no nacionales, a pesar de que solo les votó un 1,9% del electorado, en la segundo examen tras el estreno de Sumar a nivel nacional. Así, tratan de emprender una operación de protección a Yolanda Díaz para que su figura no se desgaste en los procesos electorales. De hecho, fuentes de la dirección transmiten tranquilidad ante la tormenta y creen que lo que ocurrió en Galicia no tiene porque pasar a nivel nacional. En unas generales, «mucha de la gente que ha hecho el voto útil ahora cogería la papeleta de Yolanda», se reafirma un dirigente.

En el PSOE ya comienzan a valorar también estratégicamente a su socio de la coalición. Fuentes socialistas consultadas por este diario creen que las encuestas confirman «un cambio de tendencia» al detectar más fortaleza –a nivel nacional– que, en el 23J, mientras que ven a su socia «debilitarse», encuesta tras encuesta. Contrasta, de hecho, el perfil relevante que el PSOE dio a Díaz al final de legislatura. La parte socialista del Gobierno era consciente de que necesitaba para el 23J que su marca fuese capaz de movilizar al electorado de izquierdas más desencantado y así, con esta intención, dejaba a Díaz explotar algunos logros en Moncloa. El fin era mantenerla viva de cara a las generales. Ahora, una vez revalidado el Gobierno, el PSOE vuelve a retomar todo su protagonismo. Fuentes socialistas apuntan también que en su contra juega que «no tiene estructura». «Un partido no es una cara», analizan, ante el foco que de momento ha puesto Sumar en su líder. Además, otras fuentes del partido de Gobierno creen que Díaz sigue sufriendo las consecuencias de la guerra particular iniciada por Podemos y encuadran esta situación en una «autodestrucción» del espacio a su izquierda.

Mientras, Sumar continúa defendiendo la necesidad de su organización «más que nunca», aunque reconoce la necesidad de implantación territorial. La próxima prueba de fuego para los de Díaz serán las elecciones vascas, donde, de nuevo, acudirán en competición con Podemos, a pesar de la experiencia del 18F. En Sumar ven más fácil conseguir representación en el País Vasco puesto que no existe el tope del 5% para conseguir escaño. A la vez, la formación fía todo a las posibilidades de asentar su proyecto después de su asamblea fundacional de marzo.

En cuanto a su grupo parlamentario, esta semana Díaz les reunió para analizar el presente y futuro. Fuentes conocedoras de la misma aseguran que sirvió para «levantar el ánimo» y conjurarse para el reto venidero. Combinarse con el PSOE en el Gobierno, pero a la vez, diferenciarse para no quedar desdibujados, es una de las recetas en las que confían para su impulso.