Familia

¿Madre trabajadora y culpable todo el rato? No estás sola

Sentirse culpable es opcional, las mujeres debemos saber gestionar nuestro sentimiento de culpa sin agobios porque nadie espera que seamos perfectas

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¿Se sienten las mujeres llenas de culpabilidad cuando se dan cuenta de que no alcanzan a llegar a todo?: Trabajo, casa, hijos, marido, amigos, tiempo para divertirse o, simplemente, relajarse.

¿Se sienten las mujeres llenas de culpabilidad cuando se dan cuenta de que no alcanzan a llegar a todo?: Trabajo, casa, hijos, marido, amigos, tiempo para divertirse o, simplemente, relajarse. Yolanda Fortes es consultora y docente de engagement y comunicación. Nos ofrece claves para afrontar ese “terrible” sentimiento de culpa.

Cuando hablo de la culpa, hago referencia a ese sentimiento de culpabilidad que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida. Como mujeres, parece que, nuestros sentidos, incluyen uno llamado “culpa“... Y es que, en mi experiencia las mujeres nos sentimos culpables por todo:

.- Culpables por sentir dolor (reglas).

.- Culpables por ser bajitas (o muy altas).

.- Culpables por tener tener pecho (grande o pequeñas).

.- Culpables por querer ser madres.

.- Culpables por no tener instinto maternal.

.- Culpables por querer trabajar (independencia económica).

.- Culpables por querer quedarnos en casa (una temporada).

Tenemos que darnos cuenta de una vez que lo único que hacemos al permitir estos sentimientos es condenarnos a nosotras mismas y hacernos sentir malas personas, lo que conlleva que, en nuestro día a día, dejemos de ser nosotras mismas para ser lo que dictan los demás.

Esta actitud también genera, no solo un conflicto interno, sino una serie de conflictos externos dentro de nuestra familia, dentro de nuestro puesto laboral, con nuestros hijos, con nuestra pareja...

¿Te identificas conmigo? Entonces, ¿te apetece hacer algo para dejar de lado la culpa?

¡Genial! ¡Manos a la obra!

1.- Sin censurarte. Sé honesta contigo misma. Papel y boli en mano. Observa esa situación que te genera culpa y descríbela con todo lujo de detalles.

2.- Ese sentimiento de culpa esconde algo que se llama miedo. Responde ahora: ¿A qué tienes miedo en esa situación que has descrito en tu papel? (miedo a que te juzguen, a que te critiquen, a que te griten, miedo a que se enfaden contigo...)

3.- A ese miedo, lo alimenta el ego. Nuestro gran desconocido! El ego es el que te hace creer que tus limitaciones son tuyas e inamovibles. Eso no es cierto. Ahora pregúntate qué pasaría en el peor de los casos, en esa situación. Escribe esos pensamientos para convertirlos en palabras.

¿Cómo te sientes? ¿Qué has descubierto que no imaginabas descubrir?

Habrá cosas con las que no estés de acuerdo contigo misma pero aceptar no significa estar de acuerdo, tan solo reconocer que lo que has escrito te permitirá valorar que si no sabes hacerlo de otro modo, puedes buscar nuevas alternativas.

Todo en esta vida es subjetivo así que nunca des por válida al 100% tu verdad porque siempre habrá otras verdades que te permitan ser objetiva una vez más y no por ello tener que sentirte culpable a cada paso que des.

¿Y qué ocurre cuando ese sentimiento de culpa es por volver al trabajo, después de ser madre?

Intuyo que tienes sentimientos de incapacidad, de duda, de irresponsabilidad... Y descubres que, la única forma de tener el control es empezar a creer que tienes el control. ¿Cómo?

Reúnete con tu equipo. Sí, tienes un equipo que es tu familia, tu pareja, la niñera, las personas que consideres te pueden entender, apoyar y alentar, y plantea sobre papel, todas las dudas y posibilidades para hacerlo así, participes de tus deseos, de tus ideas y de cómo quieres retomar tu desarrollo profesional:

1.-Prepara previamente todo lo que tienes, lo que quieres y lo que necesitas de ti, de ellos y de tus situación o circunstancia del momento.

2.-Vete al grano. No te andes por las ramas para lograr que ellos se centren (recuerda que habrá niños, adultos, abuelos...gente de todas las edades.

3.- Adopta sentimientos de calma para transmitirle a tu mente tranquilidad lo que provocará que los tuyos, a tu alrededor, perciban esa calma y seguridad.

4.-Pregunta si tienen dudas, qué quieren aportar. Delega. Hazlos participes de la situación para que todos tenga su papel, tengan una función.

5.- Da soluciones a esas preguntas, en forma de planning. Escríbelo para que luego no haya malos entendidos y se cumpla lo establecido.

Si desarrollas tu vuelta como un proyecto más, asumirás tus responsabilidades y deseos con total seguridad, lo que ocasionará que los tuyos también lo hagan así.

¡Si tú estás bien, ellos estarán también!

Pero claro, llega el momento en que te sientes culpable hasta por tener tiempo para ti, ¿verdad? Y es algo que, las que somos madres, nos cuesta evitar. Tenemos que grabarnos a fuego que, es muy importante que nos tomemos un tiempo para nosotras mismas. Esta es la única manera que tenemos de responder a todas las exigencias que se nos representan:

.- Nueva maternidad.

.- Vuelta al trabajo.

.- Tareas del hogar.

Lo más importante es que tomarme en serio, de una vez por todas que ¡quiero ser mamá y no superwoman!