Enfermedades

¿Qué le pasa a mi hijo en las mejillas?

Conocida como la enfermedad de "la bofetada", es vírica, muy contagiosa y frecuente en los niños

Niño con enfermedad de "la bofetada"
Niño con enfermedad de "la bofetada"Cinfasalud / Evgen_Prozhyrko

El megaloeritema, también llamado eritema infeccioso, quinta enfermedad o popularmente “la enfermedad de la bofetada”, es una enfermedad vírica que se manifiesta con una erupción muy característica en las mejillas que hace que parezca que a nuestro hijo le han dado una bofetada. Pero nada más lejos de la realidad, es una enfermedad que le afecta principalmente a los niños en edad preescolar o escolar, aunque puede aparecer a cualquier edad. Es más, muchos adultos han pasado la infección por este virus, pero la mayoría de ellos no se acuerdan.

Según informa la Asociación Española de Pediatría, está provocado por el parvovirus B19, que es un virus exclusivamente humano muy contagioso. Es diferente del parvovirus que afecta a perros y gatos, por lo que no es posible el contagio de una mascota o viceversa.

¿Cuáles son los síntomas?

Esta se inicia con síntomas inespecíficos como dolor de cabeza, mocos o algo de malestar. También puede o no aparecer fiebre. Posteriormente brota la erupción típica que comienza en las mejillas y es de color rojo brillante. Esta lesión cutánea se suele extender después por el resto del cuerpo, siendo muy característico que afecte a nalgas y extremidades, con lesiones rojizas, no elevadas, reticulares que asemejan un encaje. No suele aparecer en las palmas y las plantas. En ocasiones puede picar. Pero lo habitual es que desaparezcan las lesiones en una semana pero la erupción se puede reactivar durante varias semanas por determinados factores como la luz, el sol o el calor.

Ocasionalmente puede aparecer dolor articular (en adolescentes o adultos) o complicaciones en personas inmunodeprimidas, con anemia falciforme o embarazadas. Pero, en general, es una entidad leve y benigna y los niños se recuperan rápidamente sin complicaciones.

¿Cuál es su tratamiento?

Su diagnóstico es clínico, no siendo necesaria, en general, ninguna prueba de laboratorio. Dada la benignidad de la enfermedad no suele precisar ningún tratamiento. Si aparecen dolores articulares, fiebre o malestar se puede administrar algún analgésico / antitérmico habitual (paracetamol o ibuprofeno).

El contagio tiene lugar principalmente a través de las gotitas de saliva que se emiten al hablar, al toser o al estornudar. El enfermo puede contagiar la enfermedad durante el periodo de incubación y al inicio de los síntomas inespecíficos y deja de ser contagioso cuando aparecen las primeras manifestaciones cutáneas.

Como toda enfermedad que se contagia por vía respiratoria, las medidas generales de lavado de manos y tener unas buenas prácticas al toser o estornudar ayudarán a evitar su propagación. No hay ninguna vacuna frente al parvovirus B19.

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