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¿Sabes qué es el bruxismo y si tu hijo lo padece?

Se suele asociar a estrés y alteraciones del sueño, y se asocia exclusivamente a adultos, pero según diversos estudios, también es muy común encontrar casos en niños

¿Sabes qué es el bruxismo y si tu hijo lo padece?
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El bruxismo es una actividad anormal y sin un propósito funcional que consiste en el apriete dentario debido a la puesta en tensión de los músculos de la masticación. Esta “puesta en tensión” de la musculatura masticatoria puede hacer que la persona, o bien apriete los dientes, o los rechine de forma involuntaria normalmente durante los episodios de sueño profundo.

Quizás nunca haya escuchado la palabra bruxismo y puede hasta que lo padezca. O, lo que es peor, que la padezca uno de sus hijos y usted, buen padre o madre, se quede preocupadísimo después de descubrir qué es y qué consecuencias tiene. Lo cierto es que es algo más común de lo que creemos, también en niños y, a pesar de que tiene consecuencias a nivel dental, la solución no es compleja. Jorge Gonzalo, es fisioterapeuta a domicilio en la exitosa start up Urban Fisio (acuden a domicilio por precios muy competitivos con un amplísimo margen horario).

¿Qué es el bruxismo?

El bruxismo es una actividad anormal y sin un propósito funcional que consiste en el apriete dentario debido a la puesta en tensión de los músculos de la masticación. Esta “puesta en tensión” de la musculatura masticatoria puede hacer que la persona, o bien apriete los dientes, o los rechine de forma involuntaria normalmente durante los episodios de sueño profundo.

¿Por qué se produce?

Se suele asociar a estrés y alteraciones del sueño, y se asocia exclusivamente a adultos, pero según diversos estudios, también es muy común encontrar casos en niños en crecimiento, donde uno de cada diez niños de entre 4 y 13 años lo sufren.

¿Cómo se manifiesta?

El bruxismo se manifiesta con un movimiento nocturno, inconsciente, intenso y rítmico de los músculos de la masticación. A priori, el bruxismo en niños, no se considera patológico, ya que se entiende como parte natural del desarrollo de la dentición y se considera que es un proceso fisiológico natural que estimula el crecimiento de los músculos y huesos de la cara y tiende a desaparecer al alcanzar la juventud. Esto, sin embargo, no pasa en la edad adulta, ya que el hábito bruxista puede ser causa de múltiples problemas atendiendo a la frecuencia y la intensidad del mismo.

¿Por qué se produce?

Aún no hay una causa clara conocida que provoque directamente el bruxismo, pero sí que se conocen distintos factores que podrían favorecer la aparición de esta parafunción, tales como:

● Trastornos del sueño, como la apnea obstructiva del sueño.

● Obesidad.

● Diabetes.

● Hipotiroidismo.

● Reflujo esofágico.

● Asma, alergias, bronquitis crónica y/o enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.

● Uso de fármacos neurolépticos y antidepresivos.

● Toma de drogas, tabaco y alcohol.

¿Qué consecuencias puede tener si no lo tratamos?

El bruxismo produce un desgaste característico tanto a nivel de los dientes como de las encías ya que las debilita y produce que con el paso del tiempo aparezca inflamación y movilidad en los dientes. Este desgaste no es la única consecuencia ya que de manera indirecta una persona bruxista tendrá dolores derivados de dicha actividad tales como dolores de cabeza, dolor de oídos, dolor de cuello, así como dificultad para abrir y cerrar la boca e incluso, a la larga, problemas para masticar y hablar.

¿Cómo se trata?

El tratamiento de esta patología se tiene que enfocar de manera multidisciplinar partiendo de una adecuada valoración y de un diagnóstico personalizado. En el tratamiento deben participar desde el odontólogo, que normalmente es el que diagnostica de forma precoz esta parafunción, al médico y fisioterapeuta. El odontólogo valorará el desgaste de las piezas dentales, la retracción de las encías y la necesidad de colocar una férula de descarga para proteger las piezas dentales. El médico deberá valorar y estudiar cada caso de forma individualizada, y deberá estudiar la sintomatología del paciente así como los factores anteriormente descritos.

Por último, el fisioterapeuta, con una labor muchas veces desconocida, deberá tratar la musculatura afectada mediante diferentes técnicas manuales, ejercicios y otras técnicas para normalizar la biomecánica de la articulación temporomandibular o ATM. Esto lo realizará con el objetivo de eliminar la sintomatología y aumentando así la calidad de vida en el paciente, haciendo que gestos tan cotidianos como abrir y cerrar la boca, que muchas veces se antojan muy molestos para pacientes que lo sufren, resulten indoloros y se realicen con normalidad.

¿Qué papel tiene un fisio en este tratamiento?

El Fisioterapeuta tiene un papel capital en este tratamiento ya que será el que mediante técnicas manuales ayude a la relajación primero de todo el segmento cervical, y después de músculos más específicos y culpables muchas veces de determinadas asimetrías, que favorecen una mala biomecánica y por lo tanto una mala oclusión o apertura. Cuando nos encontramos con problemas de bruxismo, determinados músculos como el masetero, esternocleidomastoideo, pterigoideos, se encuentran con mucha tensión, contracturados, y con una ligera palpación ya resultan dolorosos. Por todo esto, para que la articulación tenga una biomecánica lo más óptima posible, y evitar futuras dolencias derivadas de esta disfunción tales como cefaleas, jaquecas, dolores cervicales, el fisioterapeuta comenzará realizando un diagnóstico de toda la musculatura que actúa en la masticación para, localizando asimetrías y cambios de tono en esta musculatura, realizar técnicas de relajación, así como pautar ejercicios para que el paciente, de forma autónoma pueda ir mejorando día a día su relajación y por lo tanto ayudando a que éste recupere la normalidad cuanto antes.