Turismo

Así es este monumento coruñés que une historia, arte y un mensaje de paz

En el litoral de A Coruña, rodeado por el mar y el recuerdo de la historia, un conjunto escultórico cautiva a quienes lo visitan

Los Menhires de la Paz.
Los Menhires de la Paz. Wikipedia

A tan solo unos pasos de la Torre de Hércules, el monumento más emblemático de A Coruña y el faro romano más antiguo del mundo, se erige un conjunto escultórico que parece transportarnos a otra época. Los Menhires por la Paz, creados por el escultor gallego Manolo Paz, forman un círculo de doce impresionantes piedras talladas que, además de tener una fuerte carga simbólica, se integran a la perfección con el paisaje de la ciudad. Este homenaje artístico no solo remite a la cultura celta que una vez habitó Galicia, sino que también se erige como un recordatorio de la necesidad de paz y de la reflexión sobre nuestro vínculo con la naturaleza.

El lugar donde se encuentran los menhires, el Campo de la Rata, tiene un significado especial. Durante la dictadura franquista, este campo fue utilizado como lugar de fusilamiento de las víctimas de la represión, lo que añade una capa de carga histórica al monumento. Hoy en día, los menhires no solo sirven como homenaje a la cultura celta, sino también a todas aquellas personas que sufrieron injusticias en tiempos pasados. Este contraste de la antigüedad con los recuerdos más recientes otorga a la obra un valor emocional y simbólico aún más profundo.

Cada una de las doce piezas talladas por Manolo Paz está impregnada de un mensaje claro. Aunque sus orígenes remiten a los monumentos megalíticos de la prehistoria, en este caso los menhires han sido diseñados para invitar a la paz. Las aberturas talladas en las piedras permiten a los visitantes asomarse y observar el paisaje desde diferentes perspectivas: el mar, el atardecer y, en la lejanía, la silueta de la Torre de Hércules. Esas ventanas no solo abren una nueva visión del mundo exterior, sino que también simbolizan la apertura hacia nuevas formas de pensar, hacia la conexión entre el pasado, el presente y el futuro.

Vista de la Torre de Hércules a través de uno de los menhires
Vista de la Torre de Hércules a través de uno de los menhiresMarvelshine

Al igual que en la antigua tradición celta, donde los menhires se usaban como monumentos funerarios o de culto, aquí los monolitos de Manolo Paz representan una metáfora de la familia y de la unión entre generaciones. Las piezas más grandes, representando a los padres, protegen a los más pequeños, los hijos, en un gesto de cuidado y unidad. Este simbolismo de la familia se ve reforzado por la disposición circular de las esculturas, que evocan la idea de un círculo de protección, de unidad y de armonía entre la humanidad y la naturaleza.

La ubicación de los menhires, al lado de la Torre de Hércules, refuerza esta conexión entre las diferentes épocas de la historia de la ciudad. Mientras que los menhires evocan la cultura celta, la Torre de Hércules, construida por los romanos en el siglo II, es un símbolo de la herencia clásica y la permanencia en el tiempo. A lo largo de los siglos, este faro ha guiado a los navegantes del Golfo Ártabro, y hoy es uno de los destinos turísticos más importantes de A Coruña.