Naturaleza
Así es el Parque Natural que no te puedes perder en Pontevedra
El enclave cuenta con un espectacular salto de agua de casi 60 metros, diecisiete molinos centenarios y una ruta de senderismo por bosques autóctonos
Ubicado en el municipio de Barro, a medio camino entre Pontevedra y Caldas de Reis, en el kilómetro 104 de la carretera N-550, se encuentra uno de los parajes más encantadores de Galicia: el Parque Natural del Río Barosa.
El corazón del parque lo ocupa la Fervenza da Barosa, una impresionante cascada de casi 60 metros de desnivel que, sobre todo en otoño e invierno, muestra su rostro más salvaje al arrastrar un elevado caudal procedente del río Agra (que en esta zona adopta el nombre de Barosa). A lo largo del descenso, el agua se abre paso entre la roca y la vegetación hasta formar pozas en las que está permitido el baño durante el verano.
Pero lo que realmente otorga identidad a este enclave es el conjunto de 17 molinos de agua que flanquean el curso del río y que forman una muiñada, como se denomina en gallego a esta alineación hidráulica. Estas construcciones tradicionales, de planta rectangular y tejado a una o dos aguas con teja del país, fueron restauradas por la Escola Obradoiro "Camiño de Santiago-Barro" y se distribuyen en dos grupos: los Muíños de Abaixo y los Muíños de Arriba. En algunos casos, incluso integraban viviendas y funcionaban como molinos de “maquía”, en los que los molineros cobraban una parte del grano molido.
Este complejo hidráulico se remonta, según algunas fuentes, a la Edad Media, aunque la mayor parte de las edificaciones conservadas datan del siglo XVIII en adelante. Se cree que desde aquí se abastecía de harina al monasterio de San Martín Pinario en Santiago de Compostela.
El entorno del parque ha sido cuidadosamente acondicionado para el ocio y el senderismo. La ruta PR-G 105 permite recorrer el paraje a ambas orillas del río, cruzando pequeños puentes y descubriendo rincones de gran belleza como el Puente de San Breixo y la iglesia homónima del siglo XVII, desde donde se obtiene una excelente panorámica del valle. Además, el itinerario incluye paneles informativos sobre la flora local (con alisos, robles, castaños, pinos, eucaliptos y laureles como principales protagonistas) y sobre el uso histórico de los molinos.
El Parque del Río Barosa también destaca por sus equipamientos: áreas recreativas con merenderos de piedra, barbacoas, un parque infantil, un amplio aparcamiento y dos molinos habilitados como bares y restaurantes que permiten degustar la gastronomía local.
La cercanía al Camino Portugués a Santiago, que discurre apenas a unos metros del parque, convierte este enclave en una parada habitual para peregrinos que desean hacer un alto en su recorrido y conectar con la naturaleza y la historia de Galicia.