Condenado a 15 años por asesinar a puñaladas a su compañero de casa okupa en Vigo

La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha condenado a 15 años de prisión a un hombre acusado de asesinar a cuchilladas a su compañero con el que vivía en una casa okupa, en julio de 2023. La sentencia, dictada tras un juicio con jurado popular, considera probado que el acusado atacó a la víctima en el exterior de la vivienda que ambos compartían, asestándole cuatro puñaladas con un cuchillo de hoja larga, una de las cuales perforó el corazón y resultó mortal.

El Tribunal del Jurado ha sido unánime en su veredicto: el hombre actuó con intención de matar y aprovechó que la víctima se encontraba en estado de embriaguez profunda, sin capacidad de reacción ni defensa.

El ataque, según el fallo, fue repentino, por la espalda y sin previo aviso. Las pruebas fueron abrumadoras: la sangre del fallecido en la ropa y manos del acusado, restos de ADN en el cuchillo y la ausencia de explicación coherente por parte del procesado. A ello se suman las grabaciones de cámaras de seguridad y los datos de localización de los teléfonos móviles, que sitúan a ambos juntos en los momentos previos al crimen.

Los hechos

El relato de los hechos reconstruido en el juicio establece que los dos hombres regresaban a casa tras acudir a las fiestas de Bouzas. Según el jurado, fue entonces cuando el acusado, portando un cuchillo de 28,4 centímetros que había cogido en el interior del domicilio, se lo clavó cuatro veces a su compañero, con fuerza suficiente como para perforar el esternón y el corazón.

La víctima, con una alcoholemia de 3,5 gramos por litro en sangre, no presentaba heridas defensivas en las manos, lo que, según los médicos forenses, evidencia su estado de indefensión y la alevosía del ataque.

Durante el juicio, el hombre trató de desvincularse del crimen alegando contradicciones y apuntando a un tercero como posible autor. Sin embargo, el tribunal desechó esta versión por inconsistente y sin respaldo en las pruebas. De hecho, sólo en su ropa y calzado se hallaron restos biológicos del fallecido, y su ADN apareció también mezclado con el de la víctima en el mango del arma homicida.

La sentencia recoge que no existen circunstancias atenuantes ni agravantes adicionales, y por tanto impone la pena mínima contemplada para el delito de asesinato: 15 años de prisión e inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena. Además, el condenado deberá indemnizar con 60.000 euros a la madre del fallecido, quien reside en Bolivia junto con otros familiares cercanos.

El fallo, dictado por la magistrada presidenta del tribunal del jurado, no es firme, y contra él cabe recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.