Un joven acusado de agredir sexualmente a su prima hermana en una vivienda familiar en Ferrol ha reconocido haber mantenido relaciones íntimas con ella, aunque ha defendido que fueron consentidas.

El juicio por este caso se ha celebrado este martes en la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña, donde ambas partes han ofrecido versiones completamente opuestas sobre lo sucedido la madrugada del 12 de marzo de 2023.

“Nos abrazamos, luego vinieron besos y tuvimos intimidad”, ha asegurado el procesado, en declaraciones recogidas por Europa Press, en su intervención ante el tribunal. Según su relato, ambos regresaban de una noche “de fiesta” en la que habían consumido alcohol y, una vez en casa, la joven le pidió que se acostara con ella.

“Me dijo que fuera a dormir con ella a su cama”, ha proseguido antes de asegurar que tenían una relación de cercanía desde hacía tiempo: “Ya habíamos vivido juntos en Colombia, teníamos muy buena relación y nos contábamos todo”.

Aun así, ha confesado sentirse arrepentido. “Pido perdón porque es mi prima y lo que hicimos está mal”, ha añadido, incidiendo en que fue “una intimidad normal” en la que, según su versión, la denunciante “participaba”. Su abogada solicita la libre absolución.

“Por si vomitaba”

Sin embargo, la joven, que tenía 21 años cuando ocurrieron los hechos, ha declarado que se encontraba en estado de embriaguez y que sólo pidió a su primo que durmiera con ella “por si vomitaba”. “Para que me cuidara, nunca lo hice con insinuación, para mí era como un hermano”, ha sostenido.

Durante su testimonio, ha afirmado que durante el acto sexual pidió en repetidas ocasiones que se detuviera. “Le decía que parara y lloraba y lloraba”, ha relatado visiblemente afectada.

Además, ha explicado que no presentó denuncia de inmediato por miedo y vergüenza. “Tardé en denunciar dos meses porque me sentía culpable y tenía miedo por mi familia”, ha afirmado ante el tribunal.

Por estos hechos, la Fiscalía y la acusación particular solicitan para el acusado una pena de nueve años de prisión por un delito de agresión sexual con acceso carnal por vía vaginal y anal, considerando que se aprovechó de una situación de convivencia familiar para consumar la agresión.

El juicio ha quedado visto para sentencia.