La Guardia Civil ha detenido en Sarria (Lugo) a un sacerdote de la Diócesis de Lugo como presunto autor de un delito de agresión sexual a una menor. La investigación está en manos de las autoridades judiciales y, por el momento, se desconocen tanto el alcance exacto de los hechos como las circunstancias en las que se habrían producido.

La causa permanece bajo secreto de sumario, pero la gravedad de la acusación ha llevado al Obispado a adoptar medidas inmediatas.

En este sentido, en un comunicado oficial, la Diócesis de Lugo ha anunciado la suspensión cautelar del párroco “en el ejercicio de su labor pastoral” mientras se esclarece lo sucedido. Las parroquias que tenía encomendadas serán atendidas de forma provisional por otro sacerdote, a la espera de la evolución del proceso.

El Obispado asegura que no tenía conocimiento previo de ninguna denuncia ni advertencia sobre las presuntas actuaciones del sacerdote. “Antes de su detención no se había recibido en este Obispado ninguna clase de denuncia o aviso sobre las presuntas actuaciones que se le puedan estar imputando”, señala el escrito.

Condena firme del Obispado

Más allá de las medidas disciplinarias internas, la Diócesis ha querido expresar con rotundidad su rechazo ante cualquier tipo de abuso, “y especialmente si se trata de un menor”, calificando este tipo de actos como “una ofensa a las víctimas y a Dios”.

Además, manifiesta su “profundo lamento” por el sufrimiento y el daño causados a la presunta víctima, así como a “otras personas afectadas, a sus familias y comunidades”.

La institución eclesiástica ha asegurado también su plena disposición a colaborar con las autoridades civiles y judiciales en todo lo que sea requerido.

“Manifestamos nuestro más absoluto respeto por la actuación de la Justicia y deseamos un rápido y completo esclarecimiento de los hechos”, subraya el comunicado, en el que también se destaca el derecho del sacerdote a la presunción de inocencia, en tanto en cuanto no exista una resolución judicial firme.