Peste porcina

Estos son los nuevos tipos de caza del jabalí autorizados en Galicia para prevenir la peste porcina

Además de ampliar las modalidades cinegéticas se bonificará a los tecores más efectivos

Imagen de archivo de un cazador.
Imagen de archivo de un cazador. Europa Press

En los montes gallegos, veces, el amanecer suele romperse con el rumor de la maleza y el rastro esquivo del jabalí. Un hábitat en el que estas jornadas se está librando una batalla muy particular: la que enfrenta a la Comunidad con la Peste Porcina Africana (PPA), que entra en una fase decisiva.

En este sentido, Galicia ha decidido reforzar su defensa antes de que la enfermedad, detectada ya en Cataluña, avance más hacia el noroeste. Para ello, la Xunta propone habilitar nuevos tipos de caza del jabalí, agilizar capturas y premiar a los tecores (terreno cinegéticamente ordenado) que superen los cupos establecidos, con el fin de contener una especie cuyo crecimiento descontrolado supone un riesgo sanitario, agrícola y económico.

La Consellería de Medio Ambiente y Cambio Climático presentará estas medidas la próxima semana en la reunión del grupo de trabajo para la gestión del jabalí. Un foro amplio, integrado por administraciones titulares de carreteras, Guardia Civil, Seprona, Policía Autonómica, las consellerías de Medio Rural y Sanidade, la Fegamp, la Federación Galega de Caza, las sociedades de caza y las organizaciones agrarias, encargado de evaluar continuamente la situación en Galicia.

Tres nuevas modalidades de caza

Entre las novedades más destacadas está la incorporación de tres modalidades cinegéticas que buscan dar más flexibilidad y eficacia a los cazadores. Una, la caza al salto, una modalidad individual en la que el cazador, con o sin perros, avanza de forma continua por el terreno intentando sorprender al jabalí en movimiento.

La segunda, la caza al rececho, también individual, pero sin perros. El cazador se desplaza sigilosamente, analizando huellas, rastros y viento para aproximarse al animal sin ser detectado.

Por último, la caza al contado, fórmula intermedia entre las batidas tradicionales y los grupos reducidos. Participan hasta seis personas, cada una con un máximo de tres perros, lo que permite un control más preciso y menos ruidoso que las batidas masivas.

Estas modalidades se sumarán a las batidas y a la instalación de jaulas trampa, ya en funcionamiento. El objetivo es reforzar un sistema que permita reducir la población de jabalíes en las zonas más sensibles, especialmente las próximas a explotaciones porcinas.

La Xunta también está evaluando qué tecores han cumplido íntegramente el cupo de capturas, más de un centenar en este momento. La intención es bonificar las tasas a aquellos que superen el límite asignado en su plan de ordenación cinegética. De igual manera, se instará a los tecores situados en áreas con alta densidad de granjas porcinas a cumplir su cupo cuanto antes, para minimizar el riesgo de propagación de la PPA.

El Ejecutivo gallego recuerda que la lucha contra la peste porcina es un desafío nacional y, por ello, insiste en la necesidad de que los Ministerios de Agricultura y Transición Ecológica convoquen una Conferencia Sectorial urgente que coordine las actuaciones en todo el país.

Galicia recalca que no puede afrontar en solitario el coste y el esfuerzo de unas medidas que afectan a todo el territorio. En este sentido, recuerda que el Gobierno central mantiene deudas pendientes con las comunidades autónomas en materia de gestión de fauna salvaje, como los 12 millones correspondientes a los fondos del lobo aún no abonados.

Mientras tanto, Galicia mantiene operativo su marco de control: la emergencia cinegética, vigente hasta el 22 de febrero, y la autorización de capturas durante gran parte del año. Un modelo pionero, avalado judicialmente, que ha permitido abatir cerca de 92.000 jabalíes en los últimos cinco años.