Rehabilitación

Historia, mito y nuevo impulso para el faro más antiguo del mundo en funcionamiento

Casi un millón de euros mejorarán el entorno y la accesibilidad de la Torre de Hércules, única construcción romana de su tipo aún activa

Torre de Hércules (Coruña)
Torre de Hércules (Coruña)larazon

El Consello de la Xunta aprobaba ayer un ambicioso proyecto para la mejora de la accesibilidad y conservación de la Torre de Hércules, en A Coruña. Este acuerdo, firmado entre Turismo de Galicia y el Ayuntamiento de A Coruña, permitirá recuperar y embellecer los alrededores de uno de los monumentos más emblemáticos de Galicia y del mundo: el faro romano más antiguo aún en funcionamiento y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Los trabajos, que contarán con una inversión de 995.000 euros cofinanciados por la Unión Europea a través del Plan de recuperación, transformación e resiliencia, contemplan actuaciones arqueológicas, la restauración de espacios como las Salas Gianini -estancias del interior de la Torre-, la terraza superior y el Edículo - pequeña caseta de piedra construida para proteger la inscripción romana original-. Además, se prevé la instalación de una nueva iluminación ornamental eficiente y la recuperación de los senderos del espacio natural circundante.

De este modo, se da un paso más en la conservación de una Torre construida como faro por los romanos entre finales del siglo I y comienzos del II. Enclavada en un punto estratégico de la costa atlántica, cerca del temido cabo Finisterre, su función resultaba vital: guiar a las embarcaciones comerciales y militares que recorrían las peligrosas rutas marítimas entre el Mediterráneo y Britania.

En este sentido, se conserva aún una inscripción latina grabada en la roca al pie de la Torre, protegida por el mencionado Edículo, que señala como autor de la obra a Gaio Sevio Lupo, arquitecto de Aeminium (la actual Coimbra) y probablemente realizada durante el mandato del emperador Trajano.

El faro original tenía una planta cuadrada interior articulada en tres pisos, con bóvedas de cañón y espacios posiblemente destinados a almacenar combustible y resguardar al personal. Se cree que la parte superior tenía una cúpula con salida para humo y luz, siguiendo una técnica común en la navegación romana.

Abandonos, saqueos y reconversiones

Con la caída del Imperio romano y la llegada de pueblos bárbaros como los suevos y vándalos, la Torre perdió su función original. Durante siglos, su estructura sufrió un progresivo deterioro. Fue reutilizada como castillo defensivo, punto de vigilancia y hasta cantera para construir el nuevo núcleo urbano de Crunia en el siglo XIII.

A partir del siglo IX, resistió ataques normandos y disputas de poder entre reyes, obispos y nobles. Entre los siglos XVI y XVII, con Galicia constantemente amenazada desde el mar, la Torre volvió a ganar importancia como atalaya militar y, lentamente, se gestó su recuperación como faro.

En 1684, se instalaron las primeras farolas modernas y se construyó una escalera interior. Ya en el siglo XVIII, los daños causados por rayos y el deterioro general obligaron a una reforma integral.

Torre de Hércules en A Coruña.
Torre de Hércules en A Coruña.larazonlarazon

La gran restauración

En 1788, bajo el reinado de Carlos III, el ingeniero militar Eustaquio Giannini inició una profunda restauración que finalizó en 1790. Se revistió la estructura romana con una fachada clasicista, se construyó una nueva escalera de piedra, se demolieron los añadidos del siglo XVII y se sustituyó la cúpula original por dos cuerpos octogonales que hoy coronan la Torre.

Desde entonces, la Torre ha sido modernizada con tecnologías como el fanal giratorio con reverberos parabólicos, la electrificación en 1927 y mejoras menores a lo largo del siglo XX. Su interior incluso llegó a albergar la primera Escuela de Torreros de España en 1849.

La leyenda que bautizó la Torre

Aunque la Torre nació como un prodigio de la ingeniería romana, su nombre actual tiene raíces todavía más antiguas. Fue Alfonso X el Sabio quien, en su Estoria de Espanna, narró que Hércules, tras vencer al gigante Gerión, enterró su cabeza junto al mar y construyó una torre-faro sobre ella para conmemorar su victoria.

La ciudad fundada por el héroe llevaría el nombre de Crunia, en honor a la primera mujer que habitó el lugar y de la que se enamoró. La leyenda continuaba con su sobrino Espán, quien completó la construcción y dotó a la torre de un fuego eterno y un espejo mágico para avistar naves enemigas.

Este relato mitológico, repetido en crónicas posteriores, acabó por consolidar el nombre con el que hoy todos conocemos la estructura: la Torre de Hércules.