La noche estaba teñido de luces de neón y de música, como cualquier otra en una discoteca de Ourense en la que el caos y el miedo acabarían por romper la armonía de la fiesta. Hacia las cinco de la madrugada un hombre, movido por el rencor de un enfrentamiento previo, se acercó a su víctima y, sin previo aviso, descargó un golpe con un machete de 45 centímetros sobre su cabeza. La agresión, sorpresiva y brutal, ha llevado a la Audiencia Provincial de Ourense a condenarlo a ocho años y medio de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa.

Además de la pena de cárcel, el tribunal ha dictaminado la prohibición de comunicación y acercamiento a la víctima durante diez años y la expulsión del ahora condenado del territorio español en cuanto obtenga la libertad condicional, con una prohibición de reingreso durante otra década. También deberá indemnizar a la víctima con 4.400 euros por los daños sufridos.

Un ataque premeditado y letal

La sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ourense considera probado que el acusado actuó con la intención de matar. Los hechos se remontan a la madrugada del 5 de marzo de 2023, cuando el hombre, tras un altercado previo con la víctima en el exterior de la discoteca, decidió volver a por él. Se aproximó por la espalda, portando el machete, y sin ser visto le propinó un golpe contundente en la cabeza.

El herido reaccionó instintivamente, lanzando el vaso que tenía en la mano y persiguiendo a su agresor. Logró alcanzarlo en la calle, forcejeó con él y consiguió arrebatarle el arma, aunque sufrió un corte en la mano al hacerlo. El atacante consiguió huir, pero la policía lo detuvo poco después.

La investigación policial permitió recuperar el machete, así como la chaqueta y la gorra que vestía el agresor, halladas en posesión de su compañero de piso. El análisis forense determinó que en el arma había restos biológicos de la víctima, lo que confirmó que fue el arma utilizada en la agresión.

La víctima sufrió una fractura en el hueso temporal y una herida incisa en la cabeza que requirió tratamiento médico y sutura. En total, necesitó 40 días de curación, 30 de ellos impeditivos para su vida diaria. También le quedaron cicatrices permanentes en la cabeza y en la palma de la mano.

Sin atenuantes

El tribunal ha descartado cualquier atenuante para el acusado. En su fallo, subraya que el hombre no padecía ninguna alteración mental ni se encontraba en un estado que afectara su capacidad de comprender la gravedad de sus actos. Además, recalca la alevosía del ataque: sorpresivo, por la espalda y con un arma de grandes dimensiones, lo que redujo al mínimo las posibilidades de defensa de la víctima.

La Audiencia de Ourense califica los hechos como un intento de asesinato con alevosía, desestimando la tesis de la defensa, que alegaba que el hombre no tenía intención de matar. La contundencia del golpe, dirigido a la cabeza y con un machete de gran tamaño, evidencia para los jueces la clara intención homicida del acusado.

La sentencia no es firme, ya que contra ella cabe recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.