El palacete de los Franco en A Coruña, sancionado por seguir sin abrirse al público

La Xunta de Galicia ha declarado firme la multa de 3.000 euros impuesta a los Franco por no abrir al público la Casa Cornide, en A Coruña, en los términos establecidos por la Ley del Patrimonio Cultural. Según ha confirmado la Consellería de Cultura, la resolución desestima el recurso presentado por la familia del dictador, lo que pone fin a la vía administrativa y deja abierta únicamente la posibilidad de recurrir la sanción por la vía judicial.

La Casa Cornide, un palacete urbano del siglo XVIII situado en el casco histórico coruñés, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2021, lo que obliga a sus propietarios a permitir la visita pública al menos cuatro días al mes. Esta obligación no ha sido cumplida desde que se consolidó su estatus de BIC en 2023, a pesar de los reiterados requerimientos realizados por la Xunta.

Tras constatar ese incumplimiento, la Consellería de Cultura propuso una sanción económica, que los Franco recurrieron. La respuesta definitiva, notificada esta semana, mantiene íntegramente la multa inicial de 3.000 euros.

En paralelo, el Gobierno gallego tiene autorizado desde el pasado 12 de mayo el plan de visitas propuesto por la familia -visitas guiadas los lunes o jueves de 9.00 a 13.00 horas, con grupos de cinco personas por hora-, aunque ha rechazado una parte clave del planteamiento: que fuese la propia Xunta la que asumiese los costes de la apertura.

La negativa al convenio propuesto por los Franco responde, según fuentes oficiales, al hecho de que “cumplir la ley no puede depender de financiación pública”. La apertura al público forma parte del régimen legal de los BIC, como ya ocurrió en el caso del Pazo de Meirás, también propiedad de la familia Franco hasta que fue recuperado judicialmente por el Estado.

Un bien disputado entre instituciones y herederos

El inmueble está también inmerso en otro frente: la vía de recuperación patrimonial que impulsa el Ayuntamiento de A Coruña, que considera que la Casa Cornide, antiguo patrimonio estatal y municipal, fue transferida a la familia Franco de forma irregular durante la dictadura.

La historia de la Casa Cornide se remonta al siglo XVIII como ejemplo notable de la arquitectura ilustrada en Galicia. En 1962, el empresario Pedro Barrié de la Maza adquirió la propiedad en una subasta y la transfirió poco después a Carmen Polo, esposa del dictador, por lo que pasó a formar parte del patrimonio familiar de los Franco.

Desde su declaración como BIC, la Xunta ha puesto el foco en que el inmueble cumpla los requisitos legales tanto en conservación como en acceso público, algo que hasta el momento no se ha producido.