Mundial 2030
Vigo se queda sin Mundial tras 60 millones de una reforma interminable
Caballero anunciaba un nuevo Balaídos en 2014; una década después, con las obras aún por acabar, el estadio se cae definitivamente de las sedes mundialistas
Eran los días de vino y rosas. Verano de 2014; apenas un puñado de meses antes de unas elecciones municipales en las que el acalde de Vigo, Abel Caballero, aspiraba a revalidar mandato alcanzando su primera mayoría absoluta.
Una época de promesas y buenismos sustentados por un papel que todo lo aguanta. Fue ahí, a finales de agosto, cuando Celta y Ayuntamiento estrecharon sus manos alegres y convencidos: un nuevo Balaídos esperaba; un estadio a la altura del Club y de la ciudad que estaría listo a comienzos de 2017 y que costaría unos 25 millones de euros.
Meses después, el 23 de enero de 2015, el propio Caballero ponía la primera piedra de las obras en compañía del entonces presidente del Celta, Carlos Mouriño. “Hoy fraguamos un sueño”, aseguraba el regidor socialista. Pero los sueños, ya se saben, pueden derivar en pesadilla. Todo depende de la capacidad de imaginar.
Podría ser el caso de Balaídos que, una década después de aquel romance de verano, ha aceptado por fin la realidad: la reforma, los grandes titulares, las promesas, las hipérboles y todo el camino recorrido hasta el momento no han servido para superar la realidad. El municipal vigués no será sede del Mundial.
Tras días de rumores inconclusos, la Federación Española de Fútbol ha hecho hoy pública la lista de 11 estadios que presenta a la FIFA para albergar el Mundial de 2030. Un listado en el que no está Vigo, pese a las promesas de Caballero, y en el que sí que figura, para más inri, el vecino Riazor, todavía sin reforma y con el Deportivo en Segunda División.
Así, los estadios que formarán parte del libro de candidatura son Anoeta (San Sebastián), Camp Nou (Barcelona), Gran Canaria (Las Palmas de Gran Canaria), La Cartuja (Sevilla), La Rosaleda (Málaga), Metropolitano (Madrid), Nueva Romareda (Zaragoza), RCDE Stadium (Barcelona Cornellá-El Prat), Riazor (A Coruña), San Mamés (Bilbao) y Santiago Bernabéu (Madrid).
“Para definir las sedes, se han analizado todas las posibilidades, también la de ampliar hasta 13, una opción que debe tomarse por unanimidad de las tres federaciones y que fue planteada el pasado mes de junio por el CSD, tras casi dos años de trabajo desarrollado en conjunto”, explica la RFEF.
“La RFEF ha trabajado por esta opción intensamente, trasladándosela sus socios de candidatura pero, tanto la Federación Marroquí, como la Federación Portuguesa de fútbol, han considerado que debe respetarse la normativa FIFA, donde se establecen 20 sedes como máximo, lo que supone que España contará con 11 sedes”, precisa. Marruecos contará con seis estadios y Portugal con tres.
El Guggenheim del fútbol
La decisión supone para Balaídos el portazo a una reforma aún inconclusa que ha disfrutado más de titulares grandilocuentes que de la evidencia de la realidad.
La reforma del municipal, titularidad del Ayuntamiento, se presupuestó inicialmente en 25 millones, y ya supera los 60 con una grada inconclusa, la de Gol, cuyo coste alcanzará casi esos 25 millones iniciales.
A esta cantidad hay que sumarle los cerca 14 millones de euros que costaron, en su día, las actuaciones en Río y Tribuna, y los más de 21 millones que se invirtieron, finalmente, en Marcador, cuyo presupuesto inicial se había fijado en 13,8 millones. En total, 60 millones, más del doble de lo anunciado inicialmente; más del doble de lo pactado por Caballero y el popular Rafael Louzán, entonces presidente de la Diputación.
Y 60 millones que, visto lo visto, no han servido para ser sede del Mundial.
Atrás quedan los grandes titulares que ha ido dejando el alcalde, Abel Caballero, durante todos estos años. “Balaídos será el Guggenheim del fútbol” (2017). “Comparo los campos donde se juega la Champions con Balaídos y estamos por encima” (2020). “No vi un campo en Europa tan bonito como está quedando Balaídos” (2021).
Una belleza que, pese a todo, no ha alcanzado el mínimo exigido para recibir a los mejores jugadores del mundo dentro de seis años. Para entonces es de esperar que la reforma haya por fin concluido.
Ataques a la RFEF
Mientras tanto, el Gobierno local, con Abel Caballero a la cabeza, ha recurrido a los ataques personales para justificar una reforma inacabada y un estadio que, pese a la inversión, no será sede del Mundial.
Así, Javier Pardo, teniente alcalde y concejal delegado del área de Fomento y Servicios del Concello de Vigo, ha denunciado hoy una “movilización política” en contra de Vigo para dejarla fuera del Mundial. Esta, entiende, estaría "encabezada” por el vicepresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán.
“A eso hay que sumar la falta de apoyo de la Xunta de Galicia. Nunca escuchamos del ente autonómico ninguna interpretación sobre la propuesta de la ciudad, que el Gobierno gallego conoce en profundidad”, criticó Pardo.
“A día de hoy este ayuntamiento no ha recibido ninguna notificación oficial por parte de la Federación Española, a la que le reclamamos ecuanimidad en sus decisiones”, ha continuado Pardo, que ha vuelto a insistir en la opción de las 13 sedes. Tal vez así pudiese taparse una década de reforma inacabada.
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