“¿Van a seguir llamando loca a Isabel Díaz Ayuso?”

Se puede ser mentiroso, mentirosillo, mentiroso compulsivo y mentiroso endémico y nauseabundo por su descaro y falta de pudor. Esos, exactamente esos, son los que nos gobiernan. Lo de gobernar es por decir algo; son los que se ríen en nuestra cara sin el menor respeto, los que piensan: «vaya aguante tienen estos imbéciles, que tragan con todo sin inmutarse». Nadie se molesta en salir a la calle y rodear el congreso ni organizar una marcha con millones de personas hasta Moncloa, por poner un ejemplo, así que seguiremos contándoles fantasías porque además los tenemos aterrados con la Covid, la miseria que se nos avecina y las perversas ideas que se nos ocurren cada día, cada semana, de forma que van de pasmo en pasmo sin capacidad para reaccionar.

La ley de educación de Celaá, la mujer más incoherente y retorcida, decide dar aprobado general aunque seas un auténtico zote, nada mejor que un pueblo analfabeto y sin criterio para manipularlo. Cuando no salimos de la perplejidad, otra bofetada con nuestro mayor patrimonio cultural, nuestra lengua, la segunda más hablada del mundo. Claro, que Sánchez y el Sr. del Moño tienen que tener contenta a la «vaca sagrada» del independentismo. Por si esto fuese poco, vamos a darles más pomada en forma de pacto con los asesinos de Bildu, que además han matado a muchísimos de nuestros compañeros socialistas, pero esto son anécdotas del pasado, así que abracémonos con ellos.

Esto ya es para ataque de risa. Este PSOE traga con todo, pensarán los euskaldunes y, de paso, nos blanquearán la imagen, aunque el blanqueo resulte imposible porque siempre aparecerá después de pintar de blanco la sombra de la muerte.

Me gustaría que se encadenasen los vídeos de las mentiras desde febrero, con Illa y Simón a la cabeza, diciendo que en España no habría Covid sabiendo que desde diciembre nos estaba invadiendo. También tenemos un comité de expertos en la sombra que son fantasmales y nadie conoce. La última ha sido de premio. Europa no nos deja bajar el IVA de las mascarillas y nos cascan el 21%, con lo cual se ha embolsado millones de euros mintiendo en estos meses. La Unión Europea no penaliza a ningún país si no cargan el IVA, siendo su uso un bien de primera necesidad, como hace Italia y Holanda. No sé cómo no se les cae la cara de vergüenza cuando la ministra de Hacienda, Montero, dice con toda su cara, como haciéndonos un favor, que si bajan el IVA de mascarillas dejarán de recaudar 1.568 millones de euros. Pero si antes no había mascarillas, ¿qué pasa? ¿Qué encontraron un filón de recaudación y nos iban a tener «in eternum» enmascarados? Esto es un fraude.

¿Y Madrid? ¿Qué pasa con Madrid? ¿Van a seguir demonizándonos? ¿Van a seguir llamando loca a Isabel Ayuso? «Ayuso la maléfica» y Madrid era, como dice Luis Ventoso, «el apocalipsis zombi» bombardeaban desde las televisiones machaconamente. Y a base de repetir la gente se lo creía. Madrid ha bajado muchísimo en contagios, de 514 por cada cien mil habitantes a 300. Por fin Sánchez ha permitido en Barajas los PCR, que la «loca» de Madrid pide infructuosamente desde mayo. Mi admiración y respeto a nuestra presidenta por su valentía, por no dejarse amedrentar y seguir adelante. En Madrid nunca tiramos la toalla, seguimos luchando contra el virus, pero también moviendo la economía e intentando mantenerla lo más abierta posible. Si Madrid cae en manos de esta panda será un paso hacia el abismo chavista.