Polémica
Lewinsky, sobre Clinton: “Le toqué los genitales en público”
Una biografía póstuma de Linda Tripp, confidente de Monica Lewinsky, descubre aspectos desconocidos de la relación del ex presidente Bill Clinton con la becaria
Las semillas de un escándalo que estuvo a punto de acabar con la carrera de un presidente se plantaron hace casi 25 años, cuando Monica Lewinsky, de 23 años, le confió a su amiga Linda Tripp que mantenía relaciones sexuales con Bill Clinton.Tripp falleció el pasado mes de abril, víctima de un cáncer de páncreas, pero sus memorias, «Una cesta de deplorables: lo que vi dentro de la Casa Blanca de Clinton», han sido publicadas póstumamente por Post Hill Press. En ellas, Tripp revela cuándo se enteró por primera vez del «affaire».
«Conocí a Monica Lewinsky en abril de 1996, cuando fue transferida de la Casa Blanca a la Oficina de Asuntos Públicos del Pentágono. Me habían cambiado a la misma oficina en mayo de 1993, mucho antes de que ella comenzara en la Casa Blanca». Según cuenta Tripp, la llegada de Monica al Pentágono fue recibida con cautela, ya que «todo el mundo intuía que tenía enchufe y no se avergonzaba de hacérnoslo saber. Conocía a alguien con influencia. Simplemente no había otra explicación de cómo o por qué esta mujer de 23 años había llegado hasta allí». De hecho, «Monica se aseguró de que todos en la oficina supiéramos que su puesto en el Pentágono era temporal y que regresaría a la Casa Blanca justo después de las elecciones de noviembre».
Aunque al principio Lewinsky nunca lo aceptó, Tripp asegura en sus memorias que estaba segura de que ese benefactor fue siempre Clinton. Tiempo después, y ya siendo becaria en la Casa Blanca, lo reconoció. La confusión de la «confidente» surgió por lo que ocurrió con motivo del 50 cumpleaños del entonces presidente americano, el 19 de agosto de 1996. «Una mañana de principios de agosto, Monica vino a mi oficina, apenas capaz de contenerse. “¡Oye, mi madre me ha dicho que le van a organizar una fiesta de cumpleaños al presidente en el Radio City Music Hall! ¡En Nueva York! ¿Y adivina quién va a estar allí?’', preguntó casi sin aliento. ’'La entrada cuesta 250 dólares. ¡Pero vale la pena, y mi madre me ha asegurado que los pagará!’'», revela Tripp. «Hillary estaba planeando una fiesta llena de ’'celebrities’' que recordara la fiesta del 45 cumpleaños del presidente John F. Kennedy en 1962 en el Madison Square Garden, con Marilyn Monroe ronroneando el ’'Happy birthday, Mr. President’'». Pero el verdadero propósito de aquella fiesta organizada por los Clinton era recaudar fondos. A su regreso, Monica confesó a Tripp que había logrado su propósito: «¡Lo hice! Fue increíble».
¿Qué había hecho exactamente? Mónica había aprovechado al máximo su asistencia a la fiesta de cumpleaños del demócrata. No solo había entrado en el evento, sino que había «hecho contacto real» con él de una manera peculiarmente personal. Ella transmitió todos los sórdidos detalles sobre lo que había sucedido en el Radio City Music Hall. «Me contó que había agarrado sus genitales sin que nadie se enterara, encantada de haberle dado un pequeño masaje al presidente. ’'¡No creerás nada absolutamente pero le toqué los genitales, en público, justo en medio de una multitud de personas!’', me relató».
Otras provocaciones
Pero no fue lo único que Lewinsky hizo en público para provocar a Clinton. La confidente revela que en otra ocasión su amiga «se quitó el tanga y se inclinó deliberadamente para que el presidente pudiera ver su sexo». El último encuentro físico Clinton-Lewinsky fue el 7 de abril de 1996. Monica estaba convencida de que había encontrado al hombre de su vida y que estaban destinados a estar juntos. Solo había tenido una serie de encuentros sexuales con él, y en muchos ni siquiera, según confesó Lewinsky a Tripp, el presidente recordaba su nombre. «Pero para ella, su relación con Clinton siempre fue un romance», concluye Tripp.
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