Los muslos de Ana María Aldón que no quiere compartir Ortega Cano

Ana María Aldóndisfruta de una nueva vida cargada de un toque sensual evidente, escotes provocativos, muslos al aire, que dejan estupefacto a su marido,José Ortega Cano, un hombre muy tradicional, y que, nos dice un buen amigo suyo, “se muestra un tanto disgustado por las exhibiciones corporales de Ana. Desde que concurso en “Supervivientes” ha sufrido un cambio radical, es como si se hubiera independizado. Ya no es la mujer de... , la persona que siempre se mantenía en un segundo plano al amparo de su marido. Es otra. A José no le gusta este cambio tan radical. Pero Ana se ha despojado del rol sumiso y discreto que le caracterizaba y se la ve muy cómoda con su nievo look, pelo rosa y prendas “atrevidas”, y en ese mundo que le está abriendo las puertas del famoseo”.

A Aldon le encanta bailar con movimientos sensuales en “Viva la vida”, el programa en el que colabora los domingos por la tarde. Mientras ella parece más joven que nunca, a Ortega se le han quitado las ganas de entonar aquel “y estamos tan agustito” que le lanzó a la fama cantarina el día de su boda con la recordada Rocío Jurado.

José Ortega Cano ya había mostrado su sorpresa con las actuaciones de cada domingo y había manifestado que no le gustaban las exhibiciones gratuitas de su esposa. Tal y como ocurrió el pasado mes de emerno, cuando la sanluqueña se puso a bailar con Suso, alardeando de un cuerpo que llama al morbo más caliente. Para remate soltó un “a mi marido le gusta el perreo”. No se lo creía ni ella.

El diestro lo pasaba mal cuando la veía darlo todo en “Viva la Vida”, prefería que siguiera siendo la mujer del torero antes ser conocida por sus andanzas. Él tenía claro lo que le esperaba cuando Aldón decidió transformarse, nunca mejor dicho, porque el cambio de imagen y de su filosofía de vida, que no tiene nada que ver con la persona “apagada y sumisa” de la época en la que comenzó a ser noticia.