Casa Real
Pipe, un historial de trifulcas con sede marbellí
Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, Pipe para los amigos y nieto de Don Juan Carlos y sobrino de Felipe VI, no consigue acaparar titulares en positivo. Lo de esta semana en la que ha aparecido en medio de una reyerta en la puerta de una discoteca en Madrid no es algo nuevo. Froilán es uno de los rostros famosos de los que pasan temporadas en Marbella. Él y su hermana Victoria Federica no han dejado de ser noticia en la prensa nacional por diferentes altercados en la ciudad costasoleña. Sin mencionar aquí los coqueteos sin mascarilla por Puerto Banús cuando estaba prohibido.
Una de las broncas más monumentales que tuvo el hijo de la infanta Elena fue el verano pasado cuando se enfrentó a unos policías locales por una multa de 200 euros. El motivo era aparcar, él y su hermana, sus Audis Q3 en una parada de taxi y un paso de cebra, mientras comían tranquilamente en un restaurante. En el parte de la sanción, a la que tuvo acceso LA RAZÓN, figura que Froilán, se enfadó y tuvo palabras mayores con el agente que le puso la multa más la retirada de puntos. Cuando el policía le insto a que retirara el vehículo, él amenazó al policía con un «no sabes lo que haces». Pero lo que ignoraba el hijo de la infanta Elena, es que el policía había dejado abierto su transmisor para que todo quedara grabado y se oyera el audio en la central y así, dar fe de lo que había ocurrido. Froilán, a su vez, decidió grabar la escena. Los agentes le advirtieron que podrían multarle también por desacato a la autoridad y que dejase de grabar. «Vosotros no sabéis quien soy yo», volvió a decir. Finalmente, el sobrino del rey, se llevó la multa en mano.
Su cumpleaños, este verano, también acabó en drama. Una auténtica pesadilla, que terminó en tragedia por una revuelta entre asistentes al concierto de Black Coffe, en Opium, una de las discotecas de culto de Pipe cuando va a Marbella. Dos mesas contiguas a la que se encontraba el nieto del rey emérito acabaron a tiros, mientras los de seguridad sacaban a toda prisa a Froilán por las vallas de la zona de la playa. Un mes después y en la misma discoteca, la volvió a liar. El joven volvió a Opium a escuchar al DJ berlinés Claptone, del que es fan. Pero lo que no sabía Froilán es que iba tener delante de él a una de sus ex novias con su nueva conquista. Tuvo un ataque de celos. La noche terminó a gritos con la nueva pareja de su ex. Y volvió a espetar eso de «vosotros no sabéis quién soy». Una inmunidad que pide y exige cada vez que comete un altercado. ¿Quién pone coto a Froilán?
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