Las exageradas sonrisas de Harry y Meghan Markle que enfadan al Reino Unido

El ojo del huracán mediático está centrado en la familia real británica desde que comenzasen a sufrir diversos problemas médicos. La atención sobre su salud se ha intensificado tras la operación abdominal de Kate Middleton y la intervención por agrandamiento de próstata del rey Carlos III, que terminó por confirmarse como cáncer semanas después. Mientras la preocupación crece en Reino Unido por el estado de sus representantes de la Corona, no todos parecen estar tan inquietos ante esta situación. Al menos eso es lo que aseguran del príncipe Harry y Meghan Markle, que se han vuelto a dejar ver en público presumiendo de sonrisa de oreja a oreja que ha cabreado mucho a la opinión pública.

Parece que nunca llueve a gusto de todos y menos cuando se trata de los duques de Sussex. Sus pasos son polémicos incluso cuando no los dan. Aun así, mientras que los hermanos de Kate Middleton se van a esquiar o al Caribe respectivamente, que esto lo haga el príncipe Harry ha sido motivo de escándalo popular. Y eso que su escapada a Canadá tiene un contexto profesional, dado que han acudido como anfitriones de los Juegos Invictus. Una cita en la que el hijo de Lady Di homenajea a sus excompañeros del ejército, veteranos de guerra y soltados con discapacidades físicas y mentales a través del deporte.

Pero lo que han visto sus detractores es otra escena. Esa en la que Harry y Meghan Markle reaparecen muy sonrientes, casi demasiado, rodeados de un equipo de cámaras de televisión. La felicidad de los duques de Sussex ha molestado a muchos desde que rompiesen lazos con la Casa Real británica para emprender un lucrativo vuelo en solitario. Pero más ahora que los cimientos de la monarquía se tambalean por la baja del rey y la princesa de Gales. Unos momentos de tensión e inestabilidad en los que todos sus miembros están siendo analizados con lupa. Incluso Harry, pese a que dejase de tener labores de representación de La Firma.

Y parece que las cosas se mantienen tensas entre los miembros del clan Windsor. Así se entienden con los escasos 45 minutos que el príncipe Harry estuvo junto a su padre tras conocer que tenía cáncer. Meghan Markle ni estuvo. Tampoco la reina Camilla, que dicen que fue ‘vetada’ en la cita exprés. También por el importante gesto de no reservar un hueco en su agenda para ver a su hermano, el príncipe Guillermo, que ahora sostiene el peso de la Corona sobre él, lo que le sirve como entrenamiento para que un día ocupe el trono que le está destinado. Y, mientras, el príncipe Harry parece estar pasándoselo en grande. Así se comentó cuando abandonó Londres para volar a Las Vegas donde estuvo especialmente dicharachero. También le ha sucedido lo mismo en Canadá, donde ha sido todo sonrisas. ¿Demasiadas?