Retratista
Ferrer-Dalmau, así pintó a la Princesa Leonor: «Será una buena Reina, si la dejan»
El «pintor de batallas» retrata en un cuadro para la Historia la etapa de la heredera como cadete de la Academia General de Zaragoza
Tiene cientos de pinceles con los que retrata cualquier capítulo de la Historia. Una roca, casi volcánica y llena de colores, es testigo de los retazos de pintura seca de los cuadros que parecen cobrar vida. El café se ha convertido en su aliado para su particular guerra con el lienzo y un espejo le refleja la otra cara de lo que está pintando.
Galardonado con numerosos premios y condecoraciones por sus obras, Augusto Ferrer-Dalmau combina disciplina y «dedicación absoluta»: tanta, que incluso un día salió a comprar sin darse cuenta de que iba en pijama y calcetines. Es «autodidacta» en una disciplina de la que se enamoró viendo pintar a su madre.
Ahora está a caballo entre el siglo XVIII y el siglo XXI, momento en el que aceptó el reto y el encargo de retratar a la Princesa de Asturias logrando un cuadro que hará Historia. Dice que no esperaba que tuviera tanta repercusión ya que en su haber tiene otros retratos que solo ha hecho por encargo de algunos amigos; porque él sigue siendo un «pintor de batallas».
¿Es usted el Velázquez del siglo XXI?
No, para nada, y no soy retratista, esta es una disciplina diferente a lo que suelo pintar. He hecho algunos retratos de amigos y militares, pero no es lo mío. Pinto temas históricos y militares, quizás por eso acepté hacer un retrato sin pretensiones, con el fin de que se plasmara el paso de la Princesa de Asturias por la Academia de Zaragoza. Este es mi primer retrato femenino y casi seguro que será el único de mi carrera (sonríe).
¿Cómo surgió la idea de pintar a la Princesa Leonor?
Fue una propuesta de la Academia de Zaragoza. Me pidieron que pintara un cuadro de su primera etapa militar. Mi idea inicial era pintarla a caballo, ya que se hace equitación en la Academia, pero durante este año no se cursó esta disciplina. Por ello, me fui a las maniobras y los ejercicios militares que se hacen.
Las obras siempre tienen un mensaje. ¿Qué dice la suya?
Que dentro de muchos años, cuando la Princesa visite la Academia, recordará su juventud, el esfuerzo y dedicación de este año. Esto es lo que me gustaría que recordara al verlo. Es un retrato austero, castrense y afectuoso de una época que seguro recordará con cariño.
¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de plasmar a la Princesa?
Lo más difícil fue darle la expresión. Quería que fuera dulce y amable, alguien en quien confiar, no sé si lo he conseguido, pero es lo que a mí me trasmite.
¿En qué se inspiró?
Por suerte conozco la Academia y sé la intensidad que llevan los cadetes, aparte de estudiar hay muchas actividades de ejercicios físicos de gran esfuerzo de carácter militar y justo esa es la que quería plasmar. El cuadro mide 62 por 53, y dediqué el mes agosto para hacerlo durante unas tres semanas.
Los pintores históricos hacían posar a la realeza para retratarlos. ¿Cómo ha sido la elaboración de esta obra?
En este caso estudiando muchas, muchas fotos; analizando todos los gestos de aquí y de allá, hasta encontrar la expresión que quería.
¿Le ha trasladado su opinión la Princesa sobre su retrato?
Tuve la ocasión de ver a los Reyes y me trasmitieron su satisfacción, creo que a la Princesa también le ha gustado, eso me han comunicado desde su entorno.
¿Cómo será el reinado de Doña Leonor?
Tengo el presentimiento de que será una buena reina, si la dejan.
¿Ha pensado pintar a algún miembro más de la familia real? ¿Se lo han pedido?
Tengo que pintar a Felipe VI para la galería de los Reyes que está realizando mi taller de pintores para el palacio de Boadilla del Monte y también tengo que hacerle un cuadro ecuestre de su periodo por la academia militar, para el museo de la guardia real.
¿Cuál es la batalla en la que retrataría al monarca?
Tenemos un Rey para la paz, la unidad y la concordia entre los españoles. Esta es la gran y difícil batalla que está librando todos los días.
¿Se considera monárquico?
Sí, si es un buen rey. Soy de una familia tradicionalista y en casa siempre se ha respetado mucho a la institución.
¿Qué opina de los retratistas reales? ¿Como han evolucionado a lo largo del tiempo?
Es maravillo, gracias a ellos conocemos a grandes artistas y la parte más estética de los reyes. Hay grandes retratistas con técnicas muy depuradas de las que aprendemos los encuadres, las luces, los fondos, los colores de la piel...
¿Con cuál se quedaría?
Velázquez, siempre Velázquez.
Es el maestro de maestros, un extraterrestre.
¿Y cómo le gustaría ser recordado?
Como un buen español, sin más.
¿En qué obra está ahora?
Precisamente ahora estoy con un cuadro de la batalla de Castillejos de 1860, con la Guardia Civil como protagonista.
¿Y cómo retrataría la España de hoy?
Como siempre, un circo. Hay que reconocer que los españoles no nos aburrimos. (Sonríe).
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