Tormenta
¿Final de la partida para los Windsor?: «Cada vez hay menos piezas en el tablero»
El escritor Omid Scobie publica un libro que vuelve a poner patas arriba el agitado mundo de los Windsor
En el pasado, yo, como otros, me he abstenido de revelar algunas de las verdades más oscuras que se encuentran en el corazón de la institución de la Monarquía británica. Parte de este libro quemará mis puentes para siempre. Pero para contar la historia completa, no hay forma de detenerse. Ya no. Estamos en el final de la partida», relata Omid Scobie a modo de tentadora promesa en su último trabajo. A lo largo de 400 páginas, ofrece una evaluación fulminante de lo cerca que está «La Firma» del colapso. Advierte que, poco a poco, las piezas de ajedrez han sido retiradas del tablero, por lo que, a menos que Carlos III y sus herederos actúen rápidamente, se corre el riesgo de acabar con la Corona.
La época navideña se está poniendo cada vez más interesante para el Palacio de Buckingham. El año pasado, el documental de Harry y Meghan para Netflix fue más allá de lo polémico. Y este, para no perder la tradición, la tensión de la saga continúa. Por si no fuera poco con la nueva batalla legal de Harry contra el «Daily Mail» y la última temporada de «The Crown», Scobie acaba de publicar un nuevo libro, «Endgame» («Final de Partida», donde profundiza en «la gran crisis» de la Institución con una «falta de interés de los jóvenes, un creciente movimiento republicano y muchas dudas sobre si la Familia Real todavía defiende la moral y los valores en los que la reina Isabel II hizo un gran trabajo».
Quién es Omid Scobie
El periodista, de 42 años, era un total desconocido hace apenas tres años. Pero todo cambió cuando escribió –junto a Carolyn Durand– «Finding Freedom» («En busca de la libertad»), un relato apasionante del Megxit con fuentes directas del Palacio que le convirtieron en la envidia de los corresponsales reales más veteranos. Fue todo un «bestseller» a ambos lados del Atlántico.
Aunque, en realidad, sus fuentes venían de un solo lado, en concreto de H y M, como conoce su círculo más cercano a Harry y Meghan. Inicialmente, la duquesa de Sussex (porque sigue manteniendo el título) afirmó que no había estado involucrada. Pero más tarde, en noviembre de 2021, durante el juicio contra el tabloide «Mail on Sunday» por invasión de la privacidad, admitió que había proporcionado «notas informativas» para un asistente antes de su reunión con los autores. Un pequeño lapsus de memoria que no hace otra cosa ahora que incrementar el interés por el nuevo libro que acaba de salir. El autor asegura que los Sussex no son amigos suyos ni han hablado para este nuevo título. Pero quizá, solo quizá, pueda tener también otro lapsus de memoria.
[[H2:«Portavoz de Sussex»]]
Su defensa acérrima de la pareja afincada ahora en Los Ángeles –por lo que ha recibido comentarios racistas, ataques en las redes sociales e incluso amenazas de muerte– le ha valido el título de «portavoz de Sussex». Es un término que él rechaza a gritos. Pero, una vez más, Harry y Meghan son los que salen mejor parados frente a las críticas que realiza a la Monarquía a la que acusa, entre otros, de «sorda, racista y financieramente imprudente». «Cuando la reina Isabel II estaba al mando logró mantener gran parte de eso a raya», escribe, pero ahora las cosas son diferentes.
Con el amanecer de la «Era Carolina» que, en el caso del rey Carlos, también puede ser su ocaso, Scobie advierte de que los Windsor deben controlarse o enfrentarse a la extinción en un Reino Unido que es, en el mejor de los casos, apático ante la Institución y, en el peor, ofendido por la noción de un poder heredado. Según su relato, el nuevo monarca «a menudo siente envidia» de la popularidad de sus hijos y deja que sus propios celos mezquinos se interpongan en el camino.
A William le describe como un personaje maquiavélico que se siente «cada vez más cómodo con los trucos sucios del Palacio y los cortesanos que los idean». Scobie afirma que es el heredero al trono quien, a través de sus leales ayudantes y sus relaciones con la prensa, ha retratado a su hermano menor como mentalmente frágil. «El lado que mucha gente no sabe, o dentro de nuestra industria ha sabido pero decidió no informar, es cuán involucrado ha estado William en muchas de las cosas que han salido a la luz sobre su propio hermano», relata. Algo que ya comentaba el propio Harry en sus memorias.
Pero la cosa no queda ahí. Habla sobre el rumoreado romance del príncipe William con la marquesa de Cholmondeley (un rumor que no hace mucho por disipar) y revela que un asistente del Palacio de Kensington intentó conseguir su ayuda para desviar la atención del asunto ofreciendo extractos de «Finding Freedom».
Kate tampoco sale bien parada. El periodista le acusa de ser fría y carente de confianza en sí misma y de copiar el estilo de vestir de Meghan. Menciona también un episodio donde vio a una Kate genuina «en un ataque de risas ahogadas» al ver a un rinoceronte haciendo caca mientras estaba en un «mini-safari» en la India. Es difícil decir si se trata de un débil intento de humanización o de una forma hábil de hacernos saber que él, Scobie, fue el único reportero invitado.
Según «The New York Times», «independientemente de si Scobie colaboró activamente con Meghan y Harry para este libro, no les hace ningún favor». «Su capítulo parece un comunicado de prensa elaborado por ChatGPT y hace poco para arrojar luz sobre ellos como humanos», señala el rotativo.
Meghan y los placeres simples
Cuando el libro habla de los próximos proyectos que tiene Harry en mente, menciona los esfuerzos filantrópicos en el «espacio militar». Mientras que Meghan (y aquí Scobie cita una fuente anónima) está «construyendo algo más accesible... algo arraigado en su amor por los detalles, la organización, los placeres simples de la vida y la familia».
Pese a la relación nula que los Sussex mantienen con la Familia Real y la polémica que siempre les rodea, según las fuentes de Scobie, están «en un buen lugar». «Tenemos que recordar que se trata de una pareja que (esto es solo mi propia opinión) parece haberse unido por los traumas, las experiencias y las batallas compartidas que han enfrentado juntos contra otros. Ese tipo de vínculo es mucho más difícil de romper que cualquier otra cosa», concluye.
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