Salud

Bradley Cooper y su costumbre mañanera avalada por la ciencia para mantenerse en forma

El cineasta ha encontrado su propia fórmula con la que cuida cuerpo y espíritu

El actor estadounidense Bradley Cooper
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Al actor y cineasta Bradley Cooper le sonríe la vida. Su relación con Gigi Hadid parece ir viento en popa y hace unos días celebraron su primer San Valentín. En lo profesional, "Maestro", el biopic para Netflix, le ha consagrado como gran cineasta. Y, por si fuera poco, en cualquier alfombra roja la crítica le halaga como uno de los más elegantes. ¿El secreto? Podría estar en su costumbre mañanera de sumergirse en agua fría.

Bradley Cooper y Gigi Hadid
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"Me baño en agua fría todas las mañanas", ha declarado en The New York Times, junto a una imagen en la que aparece en bañador, tumbado en un río cuyas orillas están cubiertas de nieve. Con esta fotografía, en la que el actor tiene las manos en el pecho y los ojos cerrados, la publicación ilustra un articulo sobre actores en la naturaleza. El fotógrafo estadounidense James Nachtwey le preguntó si seguía algún ritual para prepararse para un papel. "En realidad dije que no, pero mencioné que me baño en agua fría todas las mañanas cuando me levanto. Estábamos junto a un arroyo, nos miramos y pensamos, ¿de acuerdo? ¡Intentémoslo!" Explica que la temperatura era mucho más baja que el frío al que él está acostumbrado y ni siquiera tenía toalla ni ropa para cambiarse. "Pero nos reímos mucho", concluye.

El frío gélido le permite meditar, según reconoce. Es un desafío al que se apunta cada vez más gente. Angélica Cuapio, científica mexicana que investiga enfermedades infecciosas en el prestigioso Instituto Karolinska (Suecia), ha encontrado en las gélidas aguas del lago Mälaren, al oeste de Estocolmo, su propia terapia contra algunas de las secuelas persistentes que le dejó el covid. A partir de sus resultados sobre su cuerpo, planea estudiar a fondo su aporte al sistema inmune y, de manera más concreta, al llamado covid persistente o "long covid".

Este lago helado se convierte en invierno en pista para los amantes del patinaje y del hockey sobre hielo. Algunos ciudadanos, sin embargo, prefieren cavar orificios para sumergirse con el fin de fortalecer su sistema inmune y, de paso, su espíritu. No es un hábito apto para cualquiera y la científica lo deja claro.

James B. Mercer, profesor emérito de la Universidad Ártica de Noruega, señala que las conclusiones de los estudios que existen varían en función del número de voluntarios que participaron, la temperatura del agua y el tipo de inmersión. Incluso cuando hay cambios claros en el organismo, es difícil evaluarlo médicamente, puesto que pueden influir otros factores, como un estilo de vida activo, las interacciones sociales, el contacto con la naturaleza, una dieta sana o una mentalidad positiva.