La entrevista de Amilibia

David Hernández: «Los chinos no saben jugar a los chinos»

David Hernández: «Los chinos no saben jugar a los chinos»
David Hernández: «Los chinos no saben jugar a los chinos»larazon

– «El murciano que desafió al dragón chino». ¿Y quién ganó?

–Pacté con el dragón como si fuera un político: si tú no me comes, yo te doy un vino muy rico, ja, ja, ja.

–¿El dragón chino es tan fiero como lo pintan?

–Más exótico que fiero. En mi tierra no hay dragones, hay cabras. Y yo estoy como una cabra. Con eso no cuentan los dragones: es una ventaja.

–Se arruinó con la crisis de 2008 y se fue a China. ¿Por qué a China?

–Porque era el lugar más barato para vivir, por la seguridad y porque allí ser extranjero es un valor añadido: eres diferente.

–Se fue con 12.000 euros y dos maletas. Seguro que llevaba algo más...

–Mucha fe en mí mismo, en mi destino: siempre he querido ser el protagonista de la película de mi vida.

–¿No temía que le engañaran como a un chino?

–Tenían poco que ganar conmigo. Los chinos son comerciantes por encima de todas las cosas: prefieren hacer negocios.

–Empezó con 200 botellas de Jumilla que distribuía en bicicleta o metro...

–Una dura lucha. El vino va entrando poco a poco allí: los chinos comen mayormente con té o cerveza.

–Ya vende más de 200.000 botellas al año y su empresa, DavidWine, ha recibido el premio a la mejor marca de vinos del mundo en China...

–Pero aún no soy rico. Lo que gano lo reinvierto en el negocio y en la Fundación DavidWine: damos en China 100.000 euros al año en becas.

–Su caso se estudia en las escuelas de negocios chinas. ¿Qué aprenden?

–La manera de hacer marca, cómo convertir el vino en un valor en alza.

–¿Y qué ha aprendido usted de los chinos?

–A tener mucha paciencia. Hay que tenerla para entender sus códigos.

–Uno de sus principios: «La mejor victoria es vencer sin combatir». Eso lo he leído en «El arte de la guerra», de Sun Tzu.

–Sí. Allí se trabaja buscando el fallo del competidor, sin llegar al conflicto.

–Otros de sus principios: «Vive como un chino».

–Si no vives como ellos, no aprendes. Yo vivo como un chino: no me quejo y disfruto de lo que tengo.

–Por cierto, ¿los chinos saben jugar a los chinos?

–No. Aún no he intentado enseñarles, pero lo pienso hacer.

–Déjese ganar y le comprarán más vino...

David Hernández

Profesión: empresario

Nació: en 1975 en Cartagena

Por qué está aquí: por su libro «El murciano que desafió al dragón chino» (Conecta)