Belleza

Descubre por qué por Carmen Thyssen no pasan los años

Tita Cervera
Tita CerveraALBERT MASIAS/SHOOTING1/04/2013ALBERT MASIAS/SHOOTING

Siempre me ha fascinado la figura de Carmen «Tita» Cervera, desde su matrimonio con el barón Thyssen hasta su momentazo encadenada a los árboles del Paseo del Prado para que no los talaran, allá por 2007, una ecologista convencida desde antes de ponerse de moda.

El otro día coincidí con ella en una comida en Zuma con Carmen Navarro, su esteticista fetiche cuando visitaba España, recordemos que lleva años afincada en Andorra donde es muy feliz con sus hijas. ¡Le debemos tanto! Por fin el Mata-Mua de Gauguin está en su museo, su cuadro favorito ya nos pertenece a todos un poquito, ¡gracias Tita!

Hace unos años había comentado que su rostro ya no reflejaba la felicidad, porque su piel estaba demasiado «acharolada», con muchos brillos fruto de su pasión desmedida por la famosa toxina, pero ahora es otra. Ha abrazado el concepto pro-aging que tan bien promueve la Línea Healthy Aging de Laboratorios Babé y luce más natural que nunca. Eso sí, sus visitas a España son de turismo sanitario, porque acude a prestigiosas consultas médicas para «conservarse», pero he de decir que desde hace un tiempo ha dado en el clavo.

Tita sigue fumando muchísimo, por lo que el código de barras es su talón de Aquiles. En el exquisito spa de Haute Custom Beauty en la Casa Amatller de Barcelona se relaja con el premiado como mejor Tratamiento Facial de nuestro país y sus productos tayloring personalizados.

Respecto a su cabello, siempre se ha adelantado a las tendencias, porque es una fan de los «scrunchies» y las pinzas para el pelo que se cuida ella misma, dicen que por superstición. ¡Menuda es!