Separación
Kiko Rivera e Irene Rosales: fin de un amor que parecía inquebrantable
Tras once años de relación y nueve de matrimonio, el DJ y la sevillana ponen punto final a una historia marcada por la complicidad, tres hijos en común y más de una tormenta mediática
La noticia ha sorprendido a propios y extraños: Kiko Rivera (41) e Irene Rosales (34) han decidido separarse después de más de una década juntos. La pareja, que selló su amor en octubre de 2016 con una boda multitudinaria en la Hacienda de los Parrales, en Sevilla, y que hasta hace apenas unas semanas compartía imágenes idílicas de sus vacaciones en Menorca, ha optado por tomar caminos separados. Según ha adelantado "Semana", la ruptura llega de manera cordial y sin terceras personas implicadas.
La historia de amor de Kiko e Irene comenzó en 2014, casi por casualidad, gracias a un amigo en común. Tras un inicio tímido y un primer intento fallido de cita, el hijo de Isabel Pantoja y la sevillana encontraron en la amistad el terreno perfecto para que brotara el amor. Poco después, se convirtieron en inseparables, construyendo una relación que parecía blindada ante los vaivenes mediáticos que siempre han acompañado al DJ.
Una familia como refugio
Juntos formaron una familia numerosa: Francisco, el hijo mayor de Kiko con la modelo Jessica Bueno, fue acogido con naturalidad en el nuevo núcleo familiar. Luego llegaron Ana en 2015 y Carlota en 2018, completando el retrato de una vida doméstica que parecía traer calma a Rivera tras años convulsos. "Para mí, ser padre es lo mejor que me ha pasado en la vida", escribía el DJ en una de sus publicaciones más emotivas, reconociendo que su mujer y sus hijos le habían cambiado radicalmente.
La pareja se convirtió, además, en un sólido apoyo mutuo frente a las tensiones familiares que han marcado la vida del hijo de Paquirri: el distanciamiento con su madre, Isabel Pantoja, y las diferencias con sus hermanos Isa y Francisco. Irene, discreta y serena, se consolidó como el pilar más estable en la vida del artista.
Señales a posteriori
Aunque la ruptura ha sorprendido, las pistas estaban ahí. Durante el verano, mientras Kiko compartía imágenes familiares en redes, Irene optaba por mensajes más enigmáticos: "Quédate siempre con los que sonríen al verte llegar" o "Disfruta tu momento". Ahora, cobran un nuevo sentido. La última fotografía juntos publicada por ella data de abril, mientras que él celebraba con entusiasmo el 34 cumpleaños de su esposa en junio con una declaración pública de amor que hacía pensar en todo lo contrario a una crisis.
Un final inesperado
El matrimonio parecía haber superado juntos más de una tormenta, pero esta vez la historia no ha tenido un epílogo feliz. Con todo, ambos coinciden en que sus hijos serán siempre la prioridad. Y aunque el "sí, quiero" de 2016 queda ya en el recuerdo, la familia que formaron sigue siendo el motor que les unirá para siempre.