Triste adiós

Muere Josefina Carrera, la mujer de Juan Antonio Pérez Simón de la que nunca se divorció

Aunque ha mantenido una relación con Gómez-Cuétara los últimos 13 años, Josefina ha sido la mujer de su vida. Ahora le dice adiós en México

Juan Antonio Pérez Simón
Juan Antonio Pérez Simón Gtres

Juan Antonio Pérez Simón no está recibiendo demasiadas buenas noticias. De hecho, todas las que ha trascendido en los últimos meses parecen ser encajados como mazazos. Así ha sido ahora que se ha conocido la muerte de la que fuese su primera esposa, Josefina Carrera, que perdía la vida el pasado martes en México, donde el empresario y coleccionista de arte asturiano ha emplazado su residencia. Después del revés que ha supuesto su reciente ruptura con Silvia Gómez Cuétara y tener constancia de su batalla contra el cáncer, el magnate de las telecomunicaciones afronta ahora el difícil duelo de la muerte de la madre de su hija María José.

Silvia Gómez-Cuétara y Juan Antonio Pérez Simón
Silvia Gómez-Cuétara y Juan Antonio Pérez SimónGTRES

Josefina Carrera es la mujer que ha permanecido toda su vida al lado de Juan Antonio Pérez Simón. Incluso cuando su matrimonio saltó por los aires y él comenzó un romance con Silvia Gómez-Cuétara. Estuvieron casados durante más de cuatro décadas, pero luego su vínculo no se rompió a pesar de que dejaron de ser cónyuges. Su relación era estrecha, compartiendo buenos momentos junto a su hija y los dos nietos que ésta les dio, a pesar de que el empresario haya permanecido los últimos 13 años al lado de la heredera del imperio de galletas y aperitivos que lleva por apellido. Con ella no llegó a pronunciar votos o jurar amor eterno, por lo que no fue necesario firmar los papeles del divorcio con Josefina, de la que estaba legalmente separado en el amor, aunque siempre unidos por la familia y los negocios.

Tanto Josefina como Juan Antonio habían decidido vivir en México. Aquí ha fallecido ella y aquí ha recibido el empresario la noticia de la muerte de su exmujer, sumiéndole en la tristeza y preocupándose por su hija María José y sus dos nietos, que también llorarán su ausencia. Pero no solo en el país americano le echarán en falta. También en Asturias Josefina dejó su impronta, gracias al legado de su familia y a que pasasen casi todos los veranos en sus costas generando preciosos momentos en formato de recuerdo que ahora rondan por su mente mientras la velan y le dan el último adiós. Esos años felices en familia que han quedado atrás y que ahora echan más de menos que nunca.