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Puff Diddy

Puff Diddy se sincera antes de su sentencia: “A veces siento que estaría mejor muerto”

El rapero envía una carta íntima al juez Arun Subramanian, revelando su arrepentimiento, las duras condiciones en prisión y su deseo de redención tras los cargos por agresión

Sexual Misconduct Diddy ASSOCIATED PRESSAP

Sean "Diddy" Combs ha escrito una emotiva carta al juez Arun Subramanian, en la que expone su transformación personal tras enfrentar cargos legales que han sacudido su vida profesional y emocional. En el documento de cuatro páginas, el artista solicita una sentencia de 14 meses, argumentando que necesita reconstruir su existencia desde una nueva perspectiva.

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Diddy describe su experiencia carcelaria como un punto de inflexión radical, afirmando que la vieja versión de él murió en la cárcel y renació una nueva, mostrando una voluntad firme de convertir su sufrimiento en un ejemplo de superación.

El rapero relata condiciones profundamente duras: comparte un espacio sin ventanas con 25 reclusos, sin acceso a agua potable limpia y bajo constantes amenazas de violencia. Lejos de buscar compasión, su objetivo es visibilizar la crudeza del sistema penitenciario.

En un acto de honestidad, reconoce su responsabilidad en la agresión contra Cassie Ventura, un episodio que lo persigue mentalmente. Perdí la razón, admite, añadiendo que nunca perdonaría a alguien que hiciera daño a una de sus hijas.

La Fiscalía de Nueva York solicita una sentencia mucho más severa: 135 meses de prisión y una multa de 500.000 dólares, argumentando que su riqueza facilitó conductas delictivas y que se requiere un castigo ejemplar.

La carta de Diddy representa más que una defensa legal: es una declaración de transformación personal. Ha perdido empresas, proyectos educativos y su reputación, pero mantiene la esperanza de una segunda oportunidad.

En un momento de profunda vulnerabilidad, el artista confiesa que a veces siente que estaría mejor muerto. Sin embargo, su carta transmite una voluntad inquebrantable de vivir, aprender y reivindicarse.

La decisión final recaerá en el juez Subramanian, quien deberá ponderar la sinceridad del arrepentimiento frente a la gravedad de los hechos.