Crónica

Los sábados de Lomana: "Cómprate una vida si la tuya te aburre"

Yo no tengo por qué exponer a otra persona anónima que tiene derecho a no dar explicaciones de lo que hace con su vida o sus amores a la prensa del cuore

Carmen Lomana en el Teatro Real.
Carmen Lomana en el Teatro Real.Gtres

Hay una frase de Pantoja que me parece genial y me representa: “Cómprate una vida”. Estamos viviendo una época de tensión entre las personas, de intolerancia, de sectarismo que yo nunca había conocido. No quiero culpar a nadie pero estoy segura de que han influido mucho todos los demonios que ha desatado la memoria histórica. El ministerio de Igualdad que tiene de todo menos de eso, de igualdad, son lo más sectario y clasista que he visto, todas esas niñatas que están ahí puestas a dedo para rellenar el cupo femenino. La ministra, por su pareja el inefable Pablo Iglesias; la tal Pam (Pamela), supongo que hace una app en la que invierte 250.000€ para saber quién trabaja más en una familia y repartirse las tareas. Eso lo hacíamos dejando una nota: “Oye Pepe, que hoy te toca a ti ir al colé de los niños a recogerlos. Luego báñalos y dales la cena, cuando llegue de la compra me encargo de recoger todo". Nadie va a usar la app, pero me gasto el dinero de los contribuyentes y, de paso, les digo que engorden, porque está Pam, según dice, está harta de que le digan que está gorda y, palabras textuales suyas, envía un mensaje de que lo que debemos hacer todos es engordar. Sobre todo, quiere más gordos en el Congreso.

Lo que estoy notando también en redes sociales, especialmente en Twitter, es el terrible sectarismo de la izquierda. A mis amigos no les pregunto ni me importa a quién votan o si son de eso tan antiguo y desaparecido, aunque algunos lo cacareen mucho, la izquierda o la derecha. Te pueden insultar y llamar de todo menos bonita si te haces una foto, la publicas y este jurado popular considera que tu amigo es un facha o vota a alguien que sin conocerlos no les gusta, y de igual forma pero al revés si tu amigo es un "rojo". Estamos como si aquí no hubiésemos aprendido nada, las dos Españas en total histeria.

Hay otro rasgo muy característico del momento que nos toca vivir que es el de meterse y contar la vida de los demás, escudriñando hasta la última intimidad. Lo que no se sabe, lo inventan. En mi opinión, esto viene dado en parte por esa moda desde hace años de las revistas que antes se llamaban de sociedad y ahora son de corazón, en las que se pagan exclusivas a cualquier advenedizo que cuente su vida o la del novio de turno, entrando en una dinámica muy desagradable. Estos días, a Bertin le ha caído la mundial. Le salen novias y amantes en cada esquina, contando embarazos, abortos, relaciones extramatrimoniales, aprovechándose de la fama de él. Sin ningún respeto por su familia y su exmujer, que no lo debe estar pasando nada bien. ¿Y qué me dicen de Rubiales? Ya estamos hasta la coronilla del beso que, como se descuide, Jenny Hermoso lo empapela con una demanda por lo penal. ¿Pero estamos locos? Rubiales hizo un gesto mucho peor que es tocarse los genitales como el muñeco ventrílocuo de José Luis Moreno al lado de la Reina y de una Infanta de España como explosión de alegría. ¡Eso sí que fue impresentable!

Acabo de llegar a Sevilla y ya tenía esperándome a un periodista de Europa Press por unas fotos que nos hicieron en la playa a un amigo y a mí, y quieren saber qué tipo de relación tenemos. Eso es algo que solo a él y a mí nos atañe, y sobre todo yo no tengo por qué exponer a otra persona anónima que tiene derecho a no dar explicaciones de lo que hace con su vida o sus amores a la prensa del cuore. Por supuesto, he venido sola y estoy segura de que lo vamos a pasar muy bien en la emblemática fiesta de la revista de sociedad "Escaparate de Sevilla", que como cada año da sus premios a personalidades de la sociedad y la cultura de la mano de ese gran personaje de la vida social sevillana que es Mario Niebla del Toro Carrión. El próximo sábado les seguiré contando.