Los sábados de Lomana: El homo sapiens se encuentra proscrito

Estamos metidos en un túnel perverso lleno de agujeros negros donde se aprueban leyes, también perversas, con enorme prisa en este universo que solo traerá muerte y desigualdad. Muerte con los abortos, mutilaciones legales por medio de la «ley trans»... Estos días, cada mañana, cuando me despierto y escucho las noticias, tengo la sensación de vivir en un manicomio, que, por cierto, los cerraron y enviaron a los pacientes a vivir con su familia, y así ocurre lo que ocurre: hijos que matan a madres y las despedazan, padres que arrasan a todos sus hijos, violadores que se están redimiendo de sus penas gracias a las perversas leyes aprobadas por este Gobierno... Los humanos nos vamos a convertir en una subespecie desprotegida. La integridad física de un animal vertebrado vale más que la del ser humano. El homo sapiens se encuentra proscrito. No se les ocurra emitir una opinión en contra de este tribunal enloquecido que nos quiere llevar al pensamiento único, a una panda de ciudadanos aborregados que no pondrá objeción a la supina ignorancia que nos gobierna y maltrata. Porque digo yo: ¿cómo un niño o niña de 12 años puede decidir que cambia de sexo con las consecuencias físicas irreversibles que ello conlleva? Para el DNI solo decir que se siente mujer, hombre o género fluido, que quizá cuando venza la próxima renovación será lo contrario de lo que solicitó anteriormente. Me parece muy poco seria esta frivolidad para tratar un tema tan delicado. En Escocia, ha dimitido la primer ministra Sturgeon al generar una gran polémica social cuando un acusado de violar a dos mujeres decidió acogerse a la transición sexual y fue enviado a una cárcel de mujeres sin hormonación ni cirugía. Era como meter al zorro en el gallinero. El Gobierno británico intervino directamente para bloquear la nueva normativa con un artículo parecido al 155, que le permite invadir, en casos excepcionales, las competencias de la autonomía escocesa. La ministra escocesa con dos leyes tumbadas por Rishi Sunak decidió dimitir y marcharse a su casa, algo que en España es imposible, ya que están pegados a su cargo como posesos. No van a perder su estupendo medio de subsistencia, toda esa panda del ministerio de la señora Irene Montero, que mantenemos con nuestros impuestos.

El sábado pasado disfruté viendo los Goya. Sé que mucha gente los critica, a mí me encantan, quizá porque soy desde que era pequeña una cinéfila empedernida y, por supuesto, apoyo nuestro cine. También está la parte divertida de la alfombra roja. Me encanta verlo con una amiga y comentar los trajes de nuestras actrices y actores, es mucho más divertido que verlo sola. Cada año se superan. Recuerdo esos primeros Goya que iban fatal. Lo moderno, sobre todo en los hombres, era ir hechos una pena, cuanto más desarreglados, sin peinar y con aspecto de dos días sin dormir, mejor. Ahora no. Ahora tenemos a un Eduardo Casanova que no podía ir más ideal. Otro que me encantó por el perfecto esmoquin que llevaba fue Alfonso Bassave, con lazo de pajarita hecho a mano, que es lo verdaderamente elegante. Álex Gonzalez, también estupendo y guapísimo. De las mujeres, mi favorita fue Belén Cuesta, con un precioso vestido y capa de plumas de Cristina Valenzuela. También estaba espléndida Cristina Castaño, nuestra divina pelirroja, con un modelazo del diseñador en alza que me parece un valor emergente que dará mucho que hablar por su maestría y buen gusto, Nicolás Montenegro. No olviden este nombre. No hay mejor pasarela para enseñar la moda de España que la noche de nuestro cine, sin embargo, muchas actrices piensan que les da más seguridad ir de diseñadores extranjeros ya consagrados, como Valentino, Dior, o Dolce & Gabbana, cuando aquí tienen a sus pies a nuestros diseñadores, deseando hacerles el vestido precioso y único para cada una de ellas. Si tanto promocionan que debemos ver cine Español, yo reivindico que también debemos ver moda española en ese evento tan importante.

El resto del mes de febrero no puede ser más interesante culturalmente hablando: la Mercedes–Benz Fashion Week de Madrid y Arco, mi evento favorito del año. Madrid y España nos dan muchas alegrías en su vertiente más cultural y artística. Quedémonos con esto y procuremos que no nos atormente el disparate de los que estamos manteniendo en este Gobierno. «No hay mal que cien años dure –dice el refrán–, ni cuerpo que lo resista”. Feliz fin de semana, el penúltimo de febrero.