Iniciativa

Tamara Falcó, la voz de la Cuaresma

La marquesa de Griñón apadrina una campaña organizada para meditar en este tiempo de oración y ayuno a través de Hallow, la aplicación católica más descargada del mundo.

Tamara Falcó, la voz de la cuaresma
Tamara Falcó, la voz de la cuaresmaHallow

Tamara se ha apuntado al reto de los cuarenta días. Ni dietas detox. Tampoco un apaño para aparcar el vaper o dejar al descubierto los abdominales. En la era de las ‘influenzars’ que ya no saben qué inventarse para adosarse seguidores o colocar, lo mismo un hotel rural con vistas a una central nuclear para los codos que una ‘airfryer’ a propulsión, la marquesa de Griñón se sale por la tangente. Aquí no se trata de vender. Porque lo que ofrece va de gratis, que no de farol. En tiempos de echar un candado a la fe para arrinconarla en lo privado como si se tratara de un producto caduco con olor a bolitas de alcanfor, ella reivindica la Cuaresma. Sí, eso que da sentido al carnaval y no al revés. Sí, un tiempo de preparación para una Semana Santa que es algo más que el único puente que queda de aquí hasta abril.

La hija de Isabel Preysler, y a mucha honra, apadrina una campaña organizada para meditar en este tiempo de oración y ayuno a través de Hallow, la aplicación católica más descargada del mundo. «Vamos a tener que renunciar a lo fácil para encontrar una paz que nos va a llenar el alma», suelta Tamara ante la cámara. Con total naturalidad entona algunos pasajes de ‘Camino’, la obra espiritual de referencia de san Josemaría Escrivá de Balaguer. Voz de la conciencia con la que intenta quitar de caspa todo lo que suene a sacristía y que, lejos de restarle en cada uno de sus proyectos digitales, televisivos o editoriales, le ha sumado. Porque en un tiempo donde a cualquier apellido público le cuesta reconocerse creyente, ella lo ha integrado con la misma soltura que el post anterior se deja ver en un palacete o en el siguiente presenta su a colección en la Madrid Fashion Week.

Tamara Falcó
Tamara Falcó Gtres

Cero complejos, como el que ofrecen otras tantas celebrities que no tienen problema alguno en mostrarse rezando ante una imagen de la Virgen o sueltan que recibieron la ceniza el pasado miércoles. Empezando y terminando por sus amigas. Véanse las hermanas Finat. Lo mismo Ana que Casilda, Casilda que Ana. Ya no solo predican de palabra y obra. Ellas amasan la cultura creyente hasta en la cocina. Retomando el sentido de la penitencia cuaresmal y de la austeridad en favor de la caridad en medio de un mundo de derroche.

«Abstinencia es no comer carne, por ejemplo, ni pollo ni jamón. Comed carne o pasta. Y el ayuno es no comer como si fuese un día normal: por la mañana, media tostada; el almuerzo, normal; y por la noche, un yogur o una sopita”. Consejos ‘healthy’ de Casilda para una purificación interior». Ya decía Teresa de Ávila que Dios está entre los pucheros. También se deja caer en los stories de Instagram.