Salud mental

Tomás Páramo, sobre la depresión: "Volví a la medicación y sigo en tratamiento"

"He hecho sufrir a la gente que más quiero, ni yo mismo quería aguantarme", lamenta el influencer

Tomás Páramo
Tomás PáramoGtres

A través de la pantalla de un teléfono móvil, puede parecer que la vida de los influencers es de todo menos problemática. Fiestas VIP, eventos, regalos… A priori, todo lo que la mayoría de personas podría desear, pero lo cierto es que detrás de los millones de seguidores y likes también se esconden fantasmas y demonios que los creadores de contenido cargan a su espalda. Sobre este asunto se ha sincerado Tomás Páramo, que atraviesa desde hace meses un momento de lo más complicado en lo que a su salud mental se refiere.

"Creo que compartir la realidad de cómo estoy puede ayudar a mucha gente", ha comenzado diciendo el influencer, que data en julio el comienzo de su descenso a los infiernos: "Empecé a encontrarme muy mal, sentía un vació muy profundo y constantemente me planteaba si realmente me hacía feliz la vida que me rodeaba".

Siguió pasando el tiempo y, a pesar de sus viajes y vacaciones aparentemente idílicas, Páramo solo iba a peor. "En agosto, estando en Tarifa, empecé a sentir una tristeza como hacía tiempo que no sentía. Nada me llenaba y volvía a sentir sensaciones que creía haber curado ya. Veía cómo el fantasma de la depresión llamaba de nuevo a mi puerta y la idea me rompía todavía más por dentro", recuerda el influencer.

Páramo comparte su testimonio con la intención de romper el tabú que rodea a las enfermedades mentales y a las personas que recurren a los antidepresivos o ansiolíticos para intentar sentirse mejor y empezar a salir del bache. "En septiembre volví a la medicación. Quiero ser sincero con esto, ya que medicarse si estás mal (bajo prescripción médica) no es ningún problema. Debemos romper este tabú respecto a las enfermedades mentales y normalizar que, a veces, el alma y la cabeza también duelen", recalca el creador de contenido, casado con la también influencer María García de Jaime.

De hecho, cuenta que ella y el resto de sus seres queridos han sido clave a la hora de sentirse mejor, aunque el camino hacia su total recuperación no ha hecho más que empezar: "En noviembre, tras nuestro viaje a Perú, toque de nuevo un fondo en el que pensaba que nunca volvería a estar. Han sido meses muy duros, donde pese a mi sonrisa constante, lo he pasado francamente mal. He hecho sufrir a la gente que más quiero, ni yo mismo quería aguantarme. Este trabajo empezó a consumirme y a generarme rechazo. Por suerte, me he sentido plenamente amado por Dios y por la gente que me quiere, especialmente por María".

Tal y como él mismo relata, decidió "dejar de sufrir" a principios de este año e inició un tratamiento psicológico y espiritual, un proceso que le ha ayudado a sentirse "mucho mejor" y a convencerse de que "este será mi año".