Luis Miguel ha sido el último rostro conocido en ser víctima de un ciberataque. El cantante mexicano, después de haber pasado unos días maravillosos junto a Paloma Cuevas en Nueva York, ha tenido un contratiempo que no esperaba. Su cuenta de Twitter fue anoche jaqueada. Todo comenzó cuando el supuesto artista puso un tweet muy poco común en él. "Buenas noches, los amo a todos", decía el primer mensaje, algo que hizo saltar las alarmas sobre una posible suplantación de identidad.

"Dale me gusta a este tuit si quieres entradas gratis para mi próximo show", decía el siguiente tweet. "Ok buenas noches mundo", escribía después. Todos sus seguidores, entonces, aseguraron que Luis Miguel no estaba detrás de esos mensajes y, poco después, el mismo artista confirmó lo que le sucedía a través de su cuenta de Instagram. "La cuenta de Twitter ha sido hackeada", escribía la pareja de Paloma Cuevas en un post, comunicando que se estaba solucionando el asunto. El hermano del cantante, también denunciaba públicamente lo ocurrido con el artista. "Que falta de integridad y forma de no respetar y desapruebo quien usurpe la identidad de nadie por joder", decía Alejandro Basteri.

Lo cierto es que ha sido un contratiempo que no esperaba Luis Miguel. En Twitter, el artista tiene más de 600.000 seguidores y en Instagram casi 3 millones de followers. Sin duda, el artista cuenta con muchos fans y seguidores que han sido los primeros en alertar de lo sucedido con el cantante, esperando que no haya robado ninguna información personal.

Pero este revés no va a ensuciar el buen momento que está atravesando el mexicano. Su relación con Paloma Cuevas va viento en popa a toda vela y cada día está más consolidada. La pareja ha regresado de Nueva York después de haber pasado unos días de ensueño por San Valentín. El cantante y la empresaria incluso quedaron con la hija del artista, Michelle Salas, y tuvieron un encuentro privado. La joven, que es diseñadora de joyas, se encontraba en la Gran Manzana por la Fashion Week y no quiso desaprovechar la oportunidad de quedar con su progenitor y su nueva pareja, a la que conoce desde hace muchísimos años.