
Entrevista
Mireia Lalaguna, Miss Mundo 2015: “Tengo mis vulnerabilidades porque soy auténtica”
Celebramos el décimo aniversario como reina de belleza de la única española en haberse coronado en el certamen internacional

a502dd43-3f0c-45b9-bf4a-7631bd2e92eb_doubleQuoteCursiveOpen_La belleza comienza en el instante en el que decides ser tú misma”. Afirmaba la [[LINK:INTERNO|||Article|||6834897edbc3b0e4b17119db|||diseñadora]] Coco Chanel que lo hermoso del ser humano radicaba precisamente en ese lado genuino quemuchos intentan actualmente transformar. El cambio ha sido una variable constante dentro de la vida de Mireia Lalaguna (Sant Feliu de Llobregat, 21 de noviembre de 1992). Con tan solo 23 años, se vio obligada a interrumpir momentáneamente su vida. ¿El motivo? Había sido coronada Miss Mundo 2015, con millones de espectadores como privilegiados testigos de una metamorfosis única e irrepetible en la experiencia humana.
Diez años después, Lalaguna sigue recordando con cariño la noche en la que su vida no volvió a ser la misma. Con una mochila llena de lecciones y sentimientos, Mireia nos cuenta todo lo que le ha aportado esta década de evolución y aprendizaje, empezando por un evento inolvidable que vivió el año pasado.
En 2024 pudiste pisar la alfombra roja del Festival de Cannes. ¿Se imaginaba la Mireia de 2015 que iba a formar parte de un evento tan prestigioso en el futuro?
Es muy gracioso porque no fue la primera vez que acudía al Festival de Cannes. Seis meses antes de ganar Miss Mundo pude participar en la Cannes Fashion Week. Se trató de un desfile en el Hôtel Martinez, que era donde se quedaban todas las ‘celebrities’, y se me permitió tener esa primera toma de contacto con lo que era y es un acontecimiento único. Uno de los diseñadores nos llevó a la entrada para una sesión de fotos, y yo solo podía pensar: ‘ojalá algún día pueda llegar a desfilar por la alfombra roja’. Nueve años más tarde me invitarían formalmente desde Cannes, y personalmente creo que ha sido una carrera de fondo de la que he salido muy contenta.
[[CONTENT:Image|||68363e74fef6b0e46f6bb7f2|||https://img-cms.larazon.es/clipping/images/2025/05/28/8EDC1308-1E5A-4C54-A2EF-EE7DB6016AFD/30.jpg]]
Con total honestidad, ¿te afecta que después de 10 años sigas siendo ‘Mireia Lalaguna/Miss Mundo 2015’?
No creo que me afecte negativamente, yo la verdad me siento súper orgullosa de cuando la gente me relaciona con Miss Mundo. Al revés, pienso que la gente no lo ve como algo malo. Sí que considero que si no ganas un certamen internacional puede llegar a perjudicarte un poquito, pero habiendo ganado la gente lo ve como algo impactante. No he sentido en ningún momento que me haya echado hacia atrás o que alguien haya dicho: ‘¡ay no, ella no es válida para hacer alguna cosa!’ Al final del día es un título, y lo que importa es lo que he ido construyendo poco a poco en base a ello.
Hablando de echar hacia atrás, ¿has llegado a experimentar algún tipo de prejuicio dentro de la industria farmacéutica debido a tu pasado como Miss Mundo?
Fíjate que hasta creo que me admiran más. Cuando me coroné Miss Mundo, tuve que dejar la carrera, obviamente, un año. Hablé con Julia Morley, la directora del certamen, y dejé mi carrera hasta 2017. Cuando volví, la Universidad de Barcelona me recibió en su sede principal, me hicieron firmar el libro de honor y me hice fotos con el rector. Se sentían muy orgullosos y me ayudaron muchísimo desde la universidad. Me adaptaban las fechas de exámenes, me hacían los exámenes a mí sola, etc.; creo que lo hicieron porque a pesar de haber llegado tan alto quería seguir estudiando. Incluso saliendo en la tele, haciendo revistas o con paparazzis detrás todavía me mantenía con los pies en la tierra, con el objetivo principal de terminar la carrera.
Llegó un punto en el que no pude continuar los estudios porque me fui a vivir a México. Tuve un contrato de un año con una cadena de televisión, por lo que al cambiar de país se me complicó muchísimo más compaginar distintas partes de mi vida. Pero hace cuatro años, cuando regresé a España, volví a hablar con la universidad y se ofrecieron a ayudarme en lo que necesitara. Tuve mucha facilidad para seguir adelante y acabé todo bien.
[[CONTENT:Image|||6836400797841700073422dc|||https://img-cms.larazon.es/clipping/images/2025/05/28/92021A7D-8572-4E25-9A10-49B68E6C4CB1/30.jpg]]
Durante estos últimos cuatro años, he estado mucho en contacto con empresas farmacéuticas, porque uno de los proyectos que voy a sacar próximamente es mi propia línea de suplementación alimenticia y de belleza. Han sido cuatro años de reuniones, tratando con industrias y personal de laboratorios. Y sorprendentemente me ven más profesional que la Mireia de antes, la que solo era farmacéutica. Siento que Miss Mundo me ha abierto más puertas, que la gente ve que además de guapa puedo ser inteligente y entender el ámbito profesional en el que me desenvuelvo; en vez de restar me ha sumado.
¿En estos diez años piensas que en España ha habido más o menos aceptación de los concursos de belleza?
Creo que en el momento que yo gané, al ser un título internacional, la gente empezó a poner un poco el ojo de nuevo en los certámenes de belleza. Sin embargo, al no haber ganado España otro concurso en diez años la sociedad ha empezado a olvidarse. Da pena, porque se tiene una concepción errónea; lo ven como una cosa anticuada. Y en realidad lo único que se representa es una mujer real, con sus virtudes y sus defectos.
En ningún momento se busca la perfección. Esta imagen falsa de los concursos de belleza se basa en que buscan a una mujer que diga todas las palabras correctamente y que tenga la belleza perfecta. Y para nada buscan a una persona así. Lo que Miss Mundo pretende encontrar es a una personal real y empoderada. Una persona que tenga sus defectos, que a pesar de equivocarse tenga la actitud necesaria; da igual si no lo hace todo perfecto. Siento que en España no se ha podido demostrar todavía que un certamen de belleza no va ligado a la perfección. Aunque desde mi coronación no haya habido otra victoria española, de entre las ganadoras de Miss Mundo España han salido muy buenas candidatas, como Paula Pérez, que es doctora.
Fuiste y eres la primera y única española hasta la fecha en ganar el certamen de Miss Mundo. ¿En algún momento durante tu preparación llegaste a plantearte que podrías ganar?
Hoy en día vivimos en una sociedad llena de prejuicios, con inseguridades de por medio por estar constantemente comparándonos con los demás. Lo que consigue una, lo que consigue otra, la vida que tiene esta, la que tiene aquella, etc., y al final nos olvidamos de nuestras propias virtudes y de ver las cosas buenas en nosotros. Cuando yo gané el nacional es que ni me creía que lo había ganado. Aunque todo el mundo me dijera ‘Mireia, puedes ganar el nacional y el internacional’, yo en ningún momento creía en el potencial que tenía.
[[CONTENT:Image|||683643e1d10a7a00075c6c1e|||https://img-cms.larazon.es/clipping/images/2025/05/28/2798A62C-0CEE-4353-AC2E-146D85C67B21/30.jpg]]
Al cabo de un mes de ganar me fui a Miss Mundo, o sea que no tuve casi preparación. Fui al certamen con la Mireia Lalaguna de antes. No cambié mi personalidad, ni tampoco me preparé un personaje. Llegué a pensar que no era válida por ello, y curiosamente mi autenticidad fue lo que me hizo ganar. Aquella noche coronaron a Mireia, y no a un personaje creado específicamente para un concurso de belleza. Cuando miro el vídeo (de la coronación) es como si siguiera siendo un sueño.
Durante la concentración de mi año, tanto mis propias compañeras como mis amigas me aconsejaron que me mentalizase porque podía ganar: a502dd43-3f0c-45b9-bf4a-7631bd2e92eb_doubleQuoteCursiveOpen_Tienes que preparar la pregunta de por qué merecerías ganar Miss Mundo, porque en el top 5 es lo que van a valorar”. Yo pensé ‘para qué me lo voy a preparar si no voy a quedar ni top 5, si quedo top 10 ya es un logro’. Imagínate cómo nos engañamos que a veces la gente ve un potencial en ti y tú no eres capaz de verlo. Nos hacemos tan sentir pequeños, y no nos damos cuenta de que nuestro primer enemigo somos nosotros mismos. Cuando nos comparamos y pensamos en lo que nunca podremos ser no nos centramos en trabajar en ese potencial que sí tenemos.
Sabemos que eres una gran defensora de esa filosofía de hermandad dentro de los concursos de belleza. Explícanos un poco ese sentimiento y lo que es capaz de aportar.
A veces sin querer sentimos envidia de los logros de los demás, pero si aprendemos a canalizar la envidia para transformarla en admiración podemos conseguir cosas muy bonitas. Yo he cambiado con esta mentalidad de vida: trabajo mucho en mí misma y estoy muy metida en el tema de espiritualidad, para aprender a conectar conmigo misma. Cuando ves que otra persona ha logrado algo mejor que tú, no tienes que interpretarlo como envidia, de preguntarte ‘cómo ha conseguido eso y yo no’, sino decir ‘¡yo también quiero estar ahí!’. Y si tienes que felicitarla por conseguir eso pues lo haces. Cuando nos apoyamos las unas a las otras creamos una red de hermandad; el brillo de una hace que brille otra, y se crea una luz común que impide que nadie se apague.
[[CONTENT:Image|||6836457397841700073422e3|||https://img-cms.larazon.es/clipping/images/2025/05/28/831BD2E0-08EB-4790-A457-88F600057901/30.jpg]]
Si una persona está brillando y tú la ayudas podréis brillar juntas. No quizás por el mismo camino, pero de cierta forma os vais a iluminar la una a la otra. Siempre que puedo aplico esta filosofía a la hora de ayudar a alguien, de dar un consejo; dar mi granito de arena siempre que puedo termina resultando gratificante.
¿Esta forma de pensar te ha ayudado a mantener contacto con tus compañeras de concurso?
Pues sí. Justo hace un mes me vi con una de mis mejores amigas de Miss Mundo. Seguimos teniendo contacto con un grupo reducido, pero sí que hemos logrado preservar algo muy bonito. Al final los certámenes de belleza son una prueba más de cómo es la vida en el día a día, y creo que en vez de tenernos envidias nos apoyamos para crear hermandades. Hermandades en las amistades, en el trabajo, en los proyectos, etc.; pueden conseguirse muchas más cosas al colaborar y unir fuerzas. Tuvimos un grupo muy bonito que en vez de destrozarnos nos impulsábamos. Es decir, es todo lo contrario a estas películas y series donde las chicas se roban los vestidos o los zapatos. No digo que no pueda pasar o haya pasado, pero creo que prevalece el sentimiento y el lado humano por encima de todo lo demás.
Este año España está representada en Miss Mundo por la tinerfeña Corina Mrazek. No sabemos si has seguido un poco de su preparación y si hay algún consejo que te gustaría darle.
El otro día estuve viendo cosas sobre el certamen en redes sociales, y cuando vi a Corina me quedé muy sorprendida. Lo que se ha esforzado, lo que ha trabajado en estos dos años que han pasado desde su coronación. Desprende un gran carisma, un nivel impecable de oratoria y de inglés y se nota que sabe conectar con el público. No creo que haga falta darle ningún consejo. Ha hecho un trabajo increíble y creo que nos está representando súper bien. La Corina que veo en mayo de 2025 es una mujer completamente transformada. Para mí es un ejemplo de que con constancia y determinación uno puede marcar un impacto positivo en el mundo a través del cambio.
Echando la vista atrás, ¿hay algún momento de tu reinado que recuerdes perfectamente? ¿Cómo fue pertenecer durante un año a esa plataforma que parecía tan inalcanzable?
La verdad es que mi reinado como Miss Mundo fue un poco duro porque no estaba emocionalmente preparada para toda la responsabilidad que me iba a tocar asumir. Es muy bonito que te pongan una corona y te hagan fotos, pero tienes que tener de base una preparación mental que no te la puede enseñar nadie. El trabajo interno contigo mismo es una tarea para la que tienes que estar todo el día disponible. Tienes que tratar con distinta gente en distintas situaciones y hay momentos en los que no vas a saber cómo salir adelante, pero tienes que estar siempre con una sonrisa.
[[CONTENT:Image|||6836451a1adfe300075cf7a6|||https://img-cms.larazon.es/clipping/images/2025/05/28/C3D4785A-6C71-4BAA-9074-1B9DC1511690/30.jpg]]
A mí lo que me ayudó mucho ese año fue volverme más humana. Aprendí a valorar el privilegio que tenía de estar en la posición en la que me encontraba. Nunca había sido tan consciente de lo afortunada que estaba siendo en mi vida. Siempre he pensado que tenía una estrellita, pero el año de Miss Mundo me hizo decirme ‘Mireia, tienes que agradecer cada día por lo que tienes’. Al trabajar con tantas cosas vinculadas a niños, a plataformas sociales y al involucrarse en materias gubernamentales empiezas a recibir mensajes de gente que te pide ayuda. De la noche a la mañana te conviertes en un altavoz para la sociedad.
¿Has llegado a sentir impotencia al ver mensajes de personas a las cuales puedes inspirar, pero no solucionarles la vida?
Totalmente. A veces no soy consciente de cuántos ojos tengo detrás de mí, y en estos últimos años ha habido mucha gente que me ha hecho saber que me tiene como referencia. Pero no solo en los certámenes de belleza, sino como persona, como ese ejemplo a seguir. Cuando alguien te escribe diciéndote que tiene a su hijo enfermo y que le ayudes a través de redes te das cuenta del potencial que tienes. Sin embargo, por mucho que yo haga no todo está en mi mano. En ocasiones les he dado hasta mi teléfono para hablar más detenidamente, por si necesitan apoyo o alguien con quien hablar, pero sí que he sentido impotencia de no poder hacer más.
Cuando llegó el momento de coronar a tu sucesora, ¿cómo viviste esos momentos en los que todas las cámaras que te apuntaban pasaron a otra mujer de golpe?
El momento de dejar la corona es una mezcla de dos sentimientos: melancolía y alivio. Es un año muy duro, en el que tienes que aguantar mucha presión mediática. Es muy bonito y aunque desde fuera no se perciba como un trabajo sí que lo es. Tienes que estar defendiendo tu puesto de la mejor forma posible porque estás contratada para una empresa. Todas las Miss Mundo hemos coincidido en el hecho de que te genera una cierta sensación agridulce. Empieza la vida de verdad, te preguntas ‘¿qué hay después?’ y empiezas a utilizar todo lo que se ha aprendido durante ese año, como la exposición mediática para construir tu propio camino. La verdad es que cuando entregué la corona me sentí muy relajada y contenta; había hecho el mejor trabajo y la mejor representación posible.
[[CONTENT:Image|||68364143d10a7a00075c6c1c|||https://img-cms.larazon.es/clipping/images/2025/05/28/9A14A02F-2EEF-4538-B106-69961F0E2551/30.jpg]]
Algo también que recuerdo es que justo cuando dejaba la corona pensé ‘ojalá que todo este conocimiento que tengo ahora lo hubiera tenido cuando me coronaron y estaba sentada en el trono’. Cómo manejar mis emociones, cómo manejar situaciones incómodas, ira, desesperación, etc. Al principio me afectaban mucho las críticas, pero me terminé acostumbrando poco a poco. De haber tenido ese conocimiento la Mireia de hace 10 años hubiera hecho muchas cosas diferentes: elecciones, escuchar a gente y tomar otras decisiones. Siempre se dice que de los errores y de las experiencias se aprende, y creo que sí fue una carga bastante emocional la que llevé detrás, aunque no lo pareciera desde fuera.
¿Crees que hay alguna lección de tu año como Miss Mundo que podrías recomendar a cualquier persona? Trabaje en lo que trabaje, o sea quien sea.
Vivimos en un mundo en el que constantemente estamos intentando encajar. Encajar en un cuerpo perfecto, en una sociedad perfecta, en amistades, pareja, etc. Es imposible encontrar esa perfección. Cuando entendemos y aceptamos que no existe nada perfecto nos podemos concentrar en ser auténticos y fieles a nosotros mismos. La perfección es algo subjetivo, pero lo que sí es innegable es nuestra capacidad para conectar con los demás, para que vean nuestro carisma. Hay mucha gente en el mundo intentando conseguir el éxito y no lo logra porque ha creado una figura para encajar.
Es importante que, para conseguir el éxito en la vida, sea en el ámbito que sea, que analicemos y pensemos en tres cosas: cuáles son nuestros puntos fuertes, nuestro potencial y lo que nos hace feliz. Muchas personas hacen cosas sin recibir esa felicidad a cambio, y luego se preguntan; ‘¿por qué no he alcanzado esto si me he esforzado tanto?’. Dentro de su corazón no lo querían; simplemente no les hacía feliz. Me ha costado entender que para ser la mejor versión de ti misma tienes que dejar de intentar encajar en moldes perfectos. Soy más feliz siendo yo, y las cosas fluyen muchísimo mejor.
[[CONTENT:Image|||68363f8bd092860007b6c81b|||https://img-cms.larazon.es/clipping/images/2025/05/28/0C0FAE19-6963-423D-8F2C-EC27BFD49C06/30.jpg]]
¿Qué palabra utilizarías para definir el legado de Mireia Lalaguna en la historia de Miss Mundo y de los concursos de belleza?
Te diría que ‘autenticidad’. Ni durante Miss Mundo ni durante mi día a día he tratado de ser perfecta. Siempre he sido muy cabezota, de decir; ‘yo soy así y me quiero mostrar tal como soy’. Ni quise ni quiero dar una imagen de perfección porque efectivamente no existe. Tengo mis vulnerabilidades porque soy auténtica. Además, creo que le di a Miss Mundo desde España el toque de la mujer real. Le di esa idea de que la belleza no es algo estático, sino una calidez humana. Una calidez y una capacidad que inspiran y demostraron que yo no era la típica miss que había sido coronada; quien ganó aquella noche fue una persona.
✕
Accede a tu cuenta para comentar