Opinión

La crónica de Amilibia: “Operación Bambi”, luego será Peter Pan

El principito feliz
El principito felizEUROPA PRESS/E. Parra. POOLEuropa Press

El líder norcoreano Kim Jong-un pide a su gente 100 kilos diarios de heces para utilizarlos a modo de abono y así combatir la crisis agrícola. Una exigencia excesiva, por muy sueltos de tripa que vayan. Cien kilos de excrementos per cápita es una barbaridad, y más teniendo en cuenta que la dieta básica del país es el arroz, un poderoso astringente. Me imagino que, en un paréntesis en sus lanzamientos de misiles, Kim ha pensado que si en los países democráticos ciscarse en el Gobierno es el mayor alivio de los ciudadanos, en un país comunista los súbditos deben ciscarse muchísimo más: lo prohibido estimula. En sus ensoñaciones megalómanas, el Amado Líder debe de pensar que en su modelo de comunismo sus súbditos comen como tragaldabas y cagan como elefantes.

Sabedor de que en estos dos últimos años muchos españoles han tenido como afición favorita estercolarse en su Gobierno, Sánchez emprende la llamada «Operación Empatía» para conectar más con la calle y vender mejor sus logros, según cuenta en este periódico Toni Bolaño. Buscan presentarle como un político con talante, una especie de «Bambi», que es metáfora de ingenuidad y buenismo desatado. O sea, una Operación Limpieza. Aunque no sé si todos sus niños están preparados para que escuchar la interpretación que harán del cuento: que a la madre de Bambi la mataron los crueles cazadores del PP que gozan colgando cuernas en las paredes y que Él se convirtió en el Príncipe del Bosque para proteger a sus criaturas de los depredadores humanos. Más tarde será el Rey León y el próximo año Peter Pan: prometerá llevarnos al País de Nunca Jamás de su metaverso. Y sin pedirnos ni un kilo de heces.