La crónica de Amilibia

Pero ¿qué descubrió «Pegasus» de los indepes?

Varias personas sujetan una bandera estelada durante la manifestación organizada por la Izquierda Independentista.
Varias personas sujetan una bandera estelada durante la manifestación organizada por la Izquierda Independentista.Kike RincónEuropa Press

Para descubrir qué proyectaban no hacía falta enviar a Cataluña a Mortadelo y Filemón en versión Pegasus. Eso y más lo tenían en todos los medios. Pero, ¿qué ha descubierto el CNI de los indepes que no sepamos? ¿Ha descubierto que a gran parte de los 60 líderes secesionistas espiados les disgusta la butifarra y prefieren los pinchos de tortilla española de Ayuso? ¿Que les haría muy felices que la princesa Leonor se casara con el conde-duque de Casa Tarradellas y Codorníu? ¿Que la mayoría de ellos son del Español? ¿Que ni tan siquiera el 80% sabe bailar sardanas? ¿Que el 90% habla castellano en la intimidad? ¿Que el 78% de los vigilados prefiere los tangos amados por Messi a las canciones de Lluis Llach? ¿Que, como buenos nacionalistas, prefieren también la autarquía sexual, o sea, el onanismo, para demostrar su absoluta y radical independencia?

Cosas así. Pero nada de interés antropológico que pueda definir mejor esa especie ha sido revelado. Mientras, Aragonès ha congelado las relaciones con Sánchez hasta que se aclare todo lo sucedido. Hace bien. Una relación congelada es más duradera, puede alcanzar tranquilamente las bodas de diamante, y si la llevaran más lejos, esto es, a la criogenización, les podrían despertar dentro de doscientos años, por ejemplo, para seguir madurando qué hacer con Puigdemont. Ahora, quizá Pere se conformaría con que el Gobierno español cambiara el software israelí Pegasus por uno catalán. Si han de espiarnos, dirá, que al menos sea con tecnología propia. Y además, añadirá, ya nos espiamos bastante entre nosotros para que encima vengan a espiarnos de fuera. También ha congelado la Mesa de Diálogo. Es lo más conveniente para que no se les estropee el marisco.